Desde hace un tiempo, lo retro, clásico, vintage o como se quiera llamar, está de moda en el mundo de las motos. ¿Y por qué regresa lo que fue cotidiano varias décadas atrás? Tal vez porque aquel pasado surgió de manera auténtica y espontánea, ya sea por necesidad o por el ingenio artesanal del momento. Hoy, en cambio, las tendencias están más dirigidas por el marketing que por la imaginación de la gente.
En la década de 1920, en Inglaterra, comenzaron las carreras off-road de motos. Y para ello, aquellos intrépidos motociclistas que subían colinas y competían sobre campos embarrados, modificaban sus motocicletas “de ruta” para hacerlas más ligeras y aptas para el todo terreno.
Así, les calzaban llantas de radios, neumáticos con tacos, depósito de combustible más pequeño, asiento acolchado, portanúmeros y, sobre todo, un sistema de escape lateral y alto que casi llegaba al asiento. Esas motos fueron denominadas “scrambler”, algo así como “lo apurado sin ser rápido”.
Se trata de motos de excursión con una mezcla entre naked y trail que permiten salir por ruta desde la ciudad hasta llegar al campo, donde pueden transitar sin problemas por caminos de tierra.
Al estilo americano
Una marca que no se olvida de su pasado es Ducati. Y lo demuestra con la nueva versión de uno de sus modelos históricos, la Scrambler, un icono que nació en 1962 destinado al mercado estadounidense, con un estilo Dirt Track.
La Scrambler fue diseñada siguiendo las directrices de la sociedad Berliner Brothers, importadores de las motocicletas Ducati para el mercado estadounidense en los años 60, que querían un modelo al gusto local: debía ser extremadamente práctica. La primera Scrambler entró en producción en 1962 de forma ininterrumpida hasta 1968, año en el que se introdujeron las Scrambler “de cárter ancho”, seguidas de las 250 y 350 y, en 1969, la 450, hasta el cese de la producción en 1975. Es así como el primer modelo Scrambler está considerado como el punto de encuentro entre la escuela americana y la europea de motociclismo.
Cuando el Ducati Design Center empezó a trabajar en la Scrambler, el objetivo fue claro: revivir un modelo legendario pero siendo conscientes de que se construía una motocicleta moderna. Este es el motivo por el que la moto equipa horquilla invertida, llantas de aleación, monoamortiguador trasero y pinza de freno radial.
El bastidor abraza el motor y se extiende por el asiento, proporcionando una importante rigidez. Gracias a un ángulo de dirección de 24° y a un offset de 112 mm adquiere una notable maniobrabilidad, tanto en tránsito urbano como en ruta de montaña. El ancho manillar permite esquivar obstáculos de forma sencilla, mientras que la distancia entre ejes, de 1.445 mm, maximiza la estabilidad a altas velocidades.
El sistema de suspensión Kayaba incluye una horquilla invertida de 41 mm y un monoamortiguador trasero con ajuste de precarga. Ambos ofrecen 150 mm de recorrido.
Nota publicada en Weekend 527, Agosto de 2016.
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