“Pasajeros del vuelo de Copa Airlines con destino a Los Angeles en el vuelo de las 15.25. Invitamos a siete pasajeros que no tengan una agenda apretada y quieran aceptar nuestra propuesta de U$S 200 de crédito para otros vuelos, alojamiento en un hotel cinco estrellas, con traslados y todas las comidas pagas, a ceder su lugar y viajar en el siguiente vuelo a su destino, acercarse al mostrador de la compañía”, se escuchaba desde los altoparlantes en el aeropuerto Tocumen, donde funciona el hub de distribución en la empresa panameña. Y fueron varios los pedidos de este tipo que se escucharon ante vuelos sobrevendidos y los problemas que generó para la compañía la decisión de suspender temporalmente las operaciones de algunas de sus aeronaves Boeing 737 MAX9, en respuesta a la directriz de aeronavegabilidad emitida por la FAA tras un incidente en Alaska Airlines.
Esta suspensión afecta un estimado del 20 % de los vuelos diarios de Copa Airlines, dejando a miles de pasajeros complicados y grandes pérdidas para la empresa. Así fuimos testigo de las medidas implementadas para ofrecer asistencia a pasajeros, tales como: reacomodo en vuelos cercanos a las fechas originales, cambios sin cargo, opción de cancelar y dejar el boleto abierto para una nueva fecha, y la oferta de reembolsos. Lo cierto es que la empresa panameña cancela alrededor de 80 vuelos diarios por esta crisis sin precedentes en su historia.
Esta decisión de la detención preventiva se tomó para salvaguardar la seguridad de los pasajeros y tripulaciones. A pocas semanas de la emergencia del vuelo de Alaska Airlines, que realizaba un viaje de rutina desde Portland en Oregon a Ontario en los Estados Unidos cuando, a los pocos minutos de despegar, una puerta sin uso de una cabina se desprendió del avión, la cabina se despresurizó bruscamente y provocó una ráfaga de aire que arrancó los audífonos de la tripulación y lanzó por el aire teléfonos y otros objetos personales.
Este suceso generó alarma y perplejidad, llevando a las autoridades aeronáuticas estadounidenses a tomar medidas preventivas -como la inmovilización de centenares de aeronaves similares- mientras se aclaran las causas de lo ocurrido. A raíz de este tema, Copa Airlines es una de las más afectadas por la detención preventiva siguiendo esas directrices.
"Esta medida implicó para Copa la suspensión temporal de 21 de nuestras aeronaves, lo que nos ha obligado a cancelar alrededor de 80 vuelos diarios o más del 20 % de nuestra operación, afectando a miles de pasajeros", dijo Pedro Heilbron, CEO de Copa Airlines, con la esperanza de que pronto puedan volver a recuperar su estatus de aerolínea puntual y de buen servicio.
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