La semana pasada publicamos varias notas acerca de lo irónicamente positivo que tiene la pandemia de COVID-19 sobre la contaminación atmosférica: se ven cielos limpios, peces en los ríos, el fondo de los canales de Venecia, animales salvajes que se acercan a las ciudades ante la ausencia de gente moviéndose en ella. Algunas estimaciones suponen que en este tiempo hubo una reducción del 5 % en las emisiones contaminantes en todo el mundo. Sin embargo, parece que nada de esto puede frenar el cambio climático, y ya varias agencias meteorológicas informaron que hay entre un 50 y 75 % de probabilidades de que 2020 sea el año más caluroso desde que comenzaron los registros de mediciones.
Los peces tienen calor y se van hacia los polos
Una de ellas es la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, quien advirtió que este año se puede batir el récord de hace cuatro años, ya que las tendencias son bastante similares a las del 2016, a inicios del cual las temperaturas se dispararon debido a un inusual fenómeno de El Niño, y alcanzaron un nivel récord a pesar de que después bajaron.
Claves para aclimatarse en la altura
Los datos recolectados desde enero indican un aumento significativo en la temperatura desde la Antártida a Groenlandia, lo cual ha sido motivo de sorpresa para muchos científicos, porque en este 2020 no hay fenómeno de El Niño que pueda justificar esas altas temperaturas. Incluso hay un 99,9 por ciento de probabilidades de que 2020 figure entre los cinco años más calurosos de la historia moderna.
Otras agencias meteorológicas opinan de manera similar. El Instituto de Estudios Espaciales Nasa Goddard, en Nueva York, dio a conocer los resultados que son bastante similares: hay un 60 por ciento de probabilidades de que este año bata récord en temperaturas elevadas. Por su parte, la Met Office, el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido, sugiere que existe un 50 por ciento de probabilidad de que este año sea la continuaciónde de años calurosos desde 2015.
Este enero en particular fue el más caluroso registrado, e incluso se observaron muchas naciones árticas sin nieve. Asimismo, en febrero, una base de investigación en la Antártida registró una temperatura de más de 20 °C, siendo esta la primera vez que se documenta un fenómeno así en el continente sur. El efecto no solo se observa en la Antártida, sino también al otro lado del mundo: Qaanaaq, en Groenlandia, registró una temperatura de 6 °C en el mes de abril, otro récord.
Aunque las emisiones de gases nocivos bajarán este año por la situación de pandemia que enfrenta la humanidad, las concentraciones siguen aumentando, y es poco probable que podamos experimentar una desaceleración en la acumulación de los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera. La mejor lección que esto nos puede dejar es mejorar nuestros hábitos de consumo y nuestra conciencia ambiental, y que las autoridades también tomen cuenta de ello para implementar mejores políticas.
Fuente: Meteorologists say 2020 on course to be hottest year since records began.
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