Inentendible para muchos, para propios y extraños, el intendente de Diego de Alvear decretó que a partir del pasado lunes 9 de mayo, la pesca deportiva se restrinja solo a los días sábados, domingos y feriados. Algo realmente insólito que, seguramente, si hubiese reunido a ambas partes, es decir a los pescadores comerciales y a los deportivos, habría aportado una solución mas equitativa, ya que los “beneficiados” (los pescadores comerciales) podrán hacerlo de lunes a viernes, con un cupo que vaya a saber si se cumple.
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Este enorme espejo de agua, situado entre las localidades de Diego de Alvear y Aarón Castellanos, se conformó en su magnitud aproximadamente hace 30 años con las grandes inundaciones, viéndose afectado el sector agrícolo/ganadero, por lo cual como medida temporaria, se entendía, se habilitó a los propietarios de los campos y los que trabajaban en ellos, a usufructuar la pesca del pejerrey, hasta que, por decirlo de alguna manera, o literalmente, bajaran las aguas, pero… pasaron 30 años y la pesca comercial sigue existiendo.
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Aquellos que apostaron a la pesca deportiva, entiéndase guías, alojamientos, venta de carnada y todo lo que atañe al pescador deportivo y sus servicios, invirtieron muchísimo dinero y ahora, en el inicio de la temporada que pinta excelente, solo le permiten dos días a la semana trabajar, en un espejo donde concurren aficionados de todo el país, lo que conlleva a que no sabrán si lo invertido en infraestructura podrá justificarse con los ingresos. A simple vista, pareciera que no.
La reglamentación dice que siendo indispensable su control, con fines de protección de la fauna y el medio ambiente, que los días lunes, martes, miércoles, jueves y viernes solo podrá realizarse la pesca comercial, quedando prohibida la pesca deportiva en el distrito.
Una vergüenza utilizar como argumento la preservación de la fauna y permitir la pesca comercial, donde se hace casi imposible poder saber la cosecha que hacen. Basta con ver la imagen de un bote, que acompaña a esta nota, repleto de pejerreyes.
Ojalá que esto se pueda revocar y dejen trabajar a los guías y todo lo referente a la pesca deportiva, reglamentando cupos de 40 piezas por pescador o tal vez menos. De esta manera se estaría alentando a la selección de piezas y a las devoluciones, que permitirían pasar el día de trabajo a toda la gente que depende de este ingreso.
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