A solo 7 km al noroeste de la ciudad de Monte Hermoso nos encontramos con un ámbito que se ubica entre los más visitados para el pescador de pejerrey. Hablamos de Sauce Grande, esa masa de agua de más de 3.000 hectáreas que es un imán para el aficionado ávido de encontrarse con abundantes corridas de las boyas en superficie y que suele rendir en forma muy pareja durante todo el año. Ni los fuertes fríos ni el calor veraniego es impedimento para que concretemos una gran faena en este espejo que se destaca por la pesca embarcada pero que no deja de sorprender a algún cañófilo que hace sus intentos desde la orilla.
Daniel Sframelli y su hijo Valentino, ambos referentes de la zona y conocedores como pocos del ámbito, se acercaron a la laguna a pescar en el transcurso de la última semana. Propietarios de uno de los más emblemáticos comercios de la región, El Rincón del Pescador, bajaron la lancha en una de estas jornadas que las heladas se tomaron un respiro y aprovecharon el buen clima para disfrutar de un buen día de pesca.
Al agua y a pescar
A la mañana temprano se encontraron con un pique más lento, logrando los primeros piques a flote con brazoladas que oscilaban los 40 a 50 cm. Al mediodía, el viento empezó a soplar con mayor intensidad y los llevó a buscar la pesca entre los juncos. Ya en ese momento, con un sol calentando más, la actividad se hizo más firme y generó muchísimas corridas de las boyas. Los pejerreyes promediaron los 35 cm, con portes de 350 a 400 g, ejemplares muy combativos y vigorosos que dan buena pelea al sentir el anzuelo.
Carnadas y técnicas
Nos contaba Sframelli que es clave seleccionar el pejerrey con la medida del anzuelo, no menos un Sasame n° 8/0 o un 3/0 de la tradicional línea noruega. Aunque parezca grande el gancho, el pejerrey tiene boca grande, protráctil, y come muy bien. Ese tamaño nos permite devolver los ejemplares menores a 30 / 32 cm y seguir pescando todo el día, ya que sin elegir el pescado la cuota se hace muy rápido.
Entre las carnadas, las palmas se las lleva la mojarra viva, aunque cuando se hacen el cardumen y la actividad es firme, el filet de dientudo o mismo pejerrey rinden bien, siempre cortado en tiras contundentes, dándole volumen al anzuelo. La pesca la hicieron anclados, pero probaron garetear por el centro de la laguna y obtuvieron los mismos resultados, lo que habla que pescado hay por todos lados.
Sin dudas, un espejo para visitar y recomendar, con buenos servicios de guías y un predio muy coqueto. Los portes son muy parejos, y siempre una sorpresa aparece, tal como pasó el miércoles 24, día que ingresó Sframelli y en la misma jornada que el pescador Esteban Pérez logró un soberbio pejerrey de unos 800 g, a sólo 200 m de la embarcación de quien nos narra su salida. Agosto siempre es un mes que rinde muy bien, ya en el cierre casi de la temporada previo a la veda. Cerca de la orilla, entre los juncos, aprovechando que el dientudo y el bagre aún están inactivos, la chance de una faena inolvidable. Un plan imperdible.
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