Junto a nuestro amigo y colaborador, el doctor Juan David Pérez, protagonizamos una de, las tal vez, últimas pescas de bogas y variada de esta temporada. Durante la excursión nos encontramos con un Paraná Bravo con aguas bajas y con mucha materia en suspensión -con mucho barro color chocolate como se dice habitualmente-, lo que hace que las distintas especies se aletarguen en cuanto a comer o tomar carnadas.
La Paloma se luce con sus grandes bogas
Vale destacar que si ese barro que tiene el agua en suspensión no decanta, es muy posible que aunque el pejerrey entre a nuestra zona de influencia, no tome firme las carnadas.
Las temperaturas del agua fueron descendiendo prácticamente unos 10 grados, encontrándose durante las primeras horas de la mañana entre, aproximadamente, unos 15 a 17 grados, motivo por el cual también las bogas y la variada en general cambian su dieta alimenticia, ya que es muy probable que no tomen con firmeza el ofrecimiento de masa y de maíz fermentado en nuestros anzuelos, sino que se vuelquen más a los encarnes que contengan grasas, como lo puede ser el encarne realizado con daditos de salamín, la tripa de pollo, panceta, lombrices, o mismo la grasa grano de pecho o de pella que se saca de la punta de la falda, la cual hay que dejar macerar por lo menos unos 10 días en una bolsa de nylon herméticamente cerrada.
Salida en familia con bogas y variada
Llegaron los grandes piques al Paraná Bravo
En cuanto a nuestra jornada de pesca siempre partimos desde la guardería del Camping Recreo Keidel – reservas al 03487-15-470576-, y utilizamos las carnadas del Toro, ubicado en la ruta provincial número 6 y Calixto Dellepiane, -Ex Ruta 12 y Lavalle, Campana, provincia de Buenos Aires.
En lo que se refiere puntualmente al Paraná Bravo, y justamente realizando encarnes con lombrices la variada de lindos bagres amarillos y paties dijo presente. Y, gracias a los encarnes que realizamos con daditos de salamines pudimos dar con las últimas bogas de esta temporada, pocas, pero que promediaron los 2.5 kilos de peso.
En nuestro relevamiento navegamos aguas arriba para realizar un par de intentos sobre el Paraná Guazú, en donde si bien nos encontramos con un pique un poco más remiso, la espera valió la pena ya que en uno de mis equipos logré clavar un excelente ejemplar de boga que dio una pelea inmejorable hasta ingresar al copo.
Tras dar por finalizada la jornada de pesca, regresamos a la guardería con un rio sumamente planchado, por lo que aprovechamos el viaje para bajar de la lancha todos los equipos de pesca de esta temporada que ya finaliza y darles lugar a los equipos para esta temporada de pejerreyes 2022 que ya está en puerta en toda nuestra zona de influencia.
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