Emplazada en el campus de la Universidad Autónoma de Barcelona, España, la Sala Blanca de Mrico y Nanofabricaciòn del Instituto de Microelectrónica de Barcelona (IMB-CNM), perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) es el principal laboratorio español, y uno de los más importantes de todo el mundo, en el que se están fabricando microchips y nanodispositivos de una precisión extrema destinados a ser protagonistas centrales en las futuras misiones al espacio.
“Es una infraestructura excepcional. Destaca en el sur de Europa en su categoría por sus dimensiones- 1.500 metros cuadrados-, su versatilidad (tecnologías en silicio, carburo de silicio, etc.), y por su flexibilidad tecnológica, siendo la mejor equipada, con cerca de 200 equipos”, explicó el director del instituto, Luis Fonseca, en una nota publicada en la página web oficial.
“En los últimos años hemos logrado algunos grandes hitos, como la fabricación de nanochips para el estudio de células vivas y de componentes adaptados a las condiciones hostiles de las misiones en el espacio, como los que ahora van camino de Mercurio (BepiColombo) y del sol (SolarOrbiter), creados ad hoc, o los que orbitan la Tierra orientando los satélites de la constelación One Web”, agregó Fonseca.
Además, los científicos de este instituto catalán que fue fundado en 1985 también han logrado desarrollar nuevos detectores de radiación para los aceleradores del llamado “Experimento Atlas” que permiten un gran número de canales de partículas.
“Al igual que la microelectrónica transformó el mundo tecnológico del siglo XX, la fotónica es la tecnología mejor posicionada para continuar su labor en el mundo digital del siglo XXI”, puntualizó Fonseca.
Por último, el especialista aseguró que los circuitos fotónicos integrados “permitirán un avance espectacular tanto en la computación y en las comunicaciones cuánticas como, también, en los sensores cuánticos que serán utilizados en las futuras misiones al espacio” .
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