10 curiosidades del pejerrey que te sorprenderán

El suave viento empujaba las tres boyas que gareteaban la laguna y se acercaban a un juncal. De pronto, la boya puntera sin marcar pique, cambiaba de posición y corría para un lado en forma muy sutil. Indefectiblemente, un pez, del otro lado de la línea era el responsable del movimiento. Arriba del bote, el pescador trataba de interpretar el idioma de las boyas, recogía el nylon, tensaba la panza y con un certero golpe de caña corto, veloz y seco pinchaba el anzuelo en el pez.

Un borbollón y el zapateo en superficie denotaba que no era una pieza común, sino un peso pesado. Sin aflojar la tensión, y sin apurar la extracción, el pescador trabajó bien la captura, y la acercó al bote. Una corrida lateral, llevó las pulsaciones al máximo, pero una buena copeada lo izo a bordo.

El pez brillaba con el sol y provocaba una sonrisa en ese aficionado que lograba lo que fue a buscar. Ese ejemplar que despertaba tanta admiración era un pejerrey, esa especie que está adentrada en los sentimientos del cañófilo argentino y que tiene algunas curiosidades que vamos a desglosar. 

Peculiaridades de la especie

• El pejerrey pertenece a la familia Odontesthes, muy extendida en el mundo y con 10 especies en nuestro país. La más rara de todas es el Odontesthes Retropinnis con un hallazgo en Argentina y varios en Uruguay, también conocido como de aleta retrasada. El más clásico es el bonaerense en las lagunas, y en el mar, el panzón, escardón y corno. 

• El bonaerense fue introducido con fines deportivos, comerciales o en acuiculturas de todo el mundo. El pejerrey llegó a Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, Venezuela, Uruguay y Brasil, junto a Europa, Israel y Asía. En Japón ingresó en 1966 desde Chascomús y se volvió muy valorado. 
• Aunque se los pesca preferentemente con carnadas naturales, podemos intentar desafiarlos con artificiales. Señuelos, cucharas y moscas son una excelente opción, siendo esta última una modalidad en ascenso, incluso con libros muy didácticos que ahondan en esa técnica, como el desarrollado por Diego Flores y se denomina Pejerreyes.

• El corno es el pejerrey que toma carnadas o moscas con más decisión, sobre todo, en el frenesí y la competencia alimentaria que se desata en los cardúmenes. Por ello, es muy valorado como pez de concurso en el sur. En Rawson, el pescador Ariel Steinkamp tiene 2 récords importantes. En una ocasión supo lograr 633 cornalitos de corno en 4 horas de competencia, mientras que en otra logró 769 cornos en 3 horas y 50 minutos. 

• Los pejerreyes son de origen marino y son especies eurihalinas, es decir, con capacidad de adaptarse a aguas de distinto grado de salobridad. Y de una especie de escardón que se habituó a desovar en los estuarios y a penetrar aguas interiores salió el pejerrey dulceacuícola más pescado de todos, el odontesthes bonaerensis.
• En San Juan, el 24 de junio de 2018 se logró en una salida en el dique Cuesta del Viento un increíble pejerrey de 3,430 kg. Ese ejemplar es uno de los más importantes que hemos visto en los últimos tiempos. 

• La base de la alimentación del pejerrey es el zooplancton que filtra con sus branquias. Según especialistas, en invierno cuando el frío provoca disminución de gran parte de su alimento, la especie toma más las opciones sustitutas, como la carnada que le ofrecen los pescadores.
• Estrictamente marinos, el panzón no ingresa en aguas dulces o salobres y se alimenta en aguas bajas o bancos de arena. Siempre asociado al fondo, no suele picar a flote y gustan de playas reparadas, con una vida más sedentaria que otros de su especie. De hecho, por su inmovilidad, es el único pejerrey que es atacado por el piojo de mar.  

• En la Cuenca del Plata, el pejerrey remonta hasta el sur de Corrientes. En contrapartida, los que suben por el río Uruguay solo pueden hacerlo hasta la represa de Salto Grande, en Concordia, y no pueden continuar su ascenso.
• Un caso especial de la especie se da en la albufera de Mar Chiquita, con un morfotipo distinto a los escardones de mar abierto y que llevan a un proceso de especiación propia. Según señala el biólogo e ictiólogo Mariano González Castro, científicamente se comprobó que hay un pejerrey propio del lugar y que cumple todo su ciclo dentro de ese hábitat.

El flecha de plata es un imán para los cañófilos en todas sus variedades. Con curiosidades que despiertan la atención de muchos aficionados que no sabían de estos detalles y que compartimos con nuestros lectores.