Pejerreyes al ras de la superficie en Cuero de Zorro

El pasado sábado 20 se festejó el Día del Amigo y decidí ir a compartirlo con Carlos Sosa y mi hijo Enzo. Partimos hacía Trenque Lauquen y allí, en la laguna Cuero de Zorro, nos esperaba el guía Matías Pinto para compartir un buen asado. El domingo, luego de descansar en el lugar, intentaríamos una pesca en el espejo que tan bien está rindiendo.

Nos levantamos bien temprano y advertimos que esta vez el clima si iba a acompañarnos. Una jornada con poco viento y una temperatura superior a los días anteriores, lo que nos ilusionó para poder pescar algunos pejerreyes de flote. Sabido es que en este ámbito actualmente se está pescando con paternóster y a mucha profundidad, siendo la mayoría de las capturas a más de 3,5 m. Por ende, la empresa no es fácil, aunque el guía no sólo aceptó el desafío ante nuestro pedido, si no que aseguró que algunos íbamos a sacar después del mediodía.

La hora del paternóster

Arrancamos alrededor de las 9 de la mañana a cargar los equipos en la embarcación, luego de un buen desayuno, y nos dirigimos navegando lentamente a un sector de la laguna para anclar, alejado del enjambre de truckers que se amontonaban al fondo de la misma. Anclamos y nos preparamos para iniciar la primera parte de esta pesca, que sería con aparejos paternóster, con profundidad del anzuelo inferior a los 4 m. Así empezamos, encarnando con mojarra viva y filet de pejerrey preparado la noche anterior con atrayente Oficialdegui.

Los piques se dieron lentamente, con pejerreyes combativos y robustos. Los mejores resultados lo obtuvimos con el filet preparado, superando con creces el rendimiento de la mojarra viva, con equipos muy sutiles para disfrutar de la pelea que daban estos ejemplares que, a pesar de ser peleadores, comían suavemente explotando una vez que logramos clavarlos.

Así se fue dando la pesca, mientras disfrutamos de un día extraordinario, a pleno sol y que un viento que iba de los 10 a 13 km/h. Ya para esta hora teníamos aproximadamente la mitad de la cuota, por lo que bastó sugerir pescar a flote para que Matías levantara el ancla y nos recomendará ir preparando las líneas con brazoladas a 15 cm.  

Explosión al ras del agua

Matías nos llevó a un lugar bajo muy cercano a los juncos. Para llegar, dejó derivar la embarcación con el motor apagado y, al llegar, se movió con una caña. Este detalle es esencial para poder lograr capturas en esos lugares poco profundos. Cuando llegamos, ancló cautelosamente y comenzamos a encarnar mientras expresaba mi deseo de que si logramos sacar 4 o 5 pescados de flote en ese lugar soñado, habríamos cerrado la salida de manera maravillosa.

Carlos fue el primero que tiró la línea y ni bien cayó al agua tuvo pique. No pasó nada y metió un doblete de tremendos pejerreyes, lo que acrecentó nuestra expectativa. Luego llegarían mi turno y el de Enzo, y nuestras cañas, al caer, picaron al unísono. Mientras tanto, se pinchaban otros dos ejemplares vigorosos, los cuales al clavarlos en tan poca profundidad explotaron el agua y dieron una pelea increíble. Los intentos se produjeron únicamente con mojarra viva pues la locura de los piques no dio respiro para poder probar otra carnada. Pescábamos 10 o 12 piezas y nos movíamos unos 15 m persiguiendo al cardumen, siempre sin hacer mucho ruido para evitar asustarlos.

En esa situación de mucha actividad pasamos unas dos horas, hasta que nos dimos cuenta de que ya habíamos logrado la cuota y que debíamos salir, dejando eso que no se da todos los días. Y menos en pleno julio, en una salida tan entretenida y soñada que hasta nos olvidamos de almorzar, así que una vez en la costa nos pusimos a cocinar unos bifes al disco, los cuales para no desentonar con nuestro gran día, estuvieron fabulosos. Cuero cumplió y con creces. 

Servicios:

• Matías Pinto. Guía en Cuero de Zorro. Tel.: (02954) 680541. En redes: Facebook.