”Un cliente puede tener su automóvil del color que quiera, siempre y
cuando sea negro”, dijo el fabricante de automóviles Henry Ford hace
casi 100 años sobre su legendario modelo T. Pero eso ya pasó. Hoy en
día hay una gran variedad de pinturas, mezclas y colores.
Al comprar un automóvil, los clientes no sólo deben elegir el color
sino también el tipo de pintura que desean. La oferta estándar se
distribuye entre colores sólidos, metálicos y de efecto perlado.
También hay muchos tipos de resinas que le aportan un brillo
adicional.
Ante todo, la pintura cumple una función protectora. El automóvil
tiene varias capas que sirven de protección contra el óxido o la luz.
La capa exterior generalmente consiste en pigmentos de color y,
dependiendo del tipo de tonalidad, se puede ver algún efecto
adicional. Además lleva una laca transparente, a la que se le agrega
una protección contra los rayos ultravioleta, la resina de los
árboles y los excrementos de pájaros. Por otra parte, garantiza la
resistencia al lavado, explica Mark Gutjahr, director de Automotive
Color Design EMEA de BASF.
La pintura monocapa no tiene el efecto de los pigmentos y
generalmente es la opción más barata. Muchos fabricantes de
automóviles la ofrecen sin costo adicional. Colores con pigmentos más
intensivos como el rojo son más caros en este tipo de
pinturas.
”Depende de la demanda: los colores oscuros como el gris, negro y
azul, así como el gris metalizado, son los más requeridos”, detalla
Christian Buhlmann de Volkswagen. Por ejemplo, el rojo tornado casi
solo lo piden los conductores de ciertos modelos, como los deportivos
GTI, agrega el experto.
Los colores metalizados son más caros. Las partículas de aluminio
añadidas a la capa base proporcionan al auto un brillo metálico
cuando está expuesto a la luz del sol. ”Debido a la refracción de la luz vemos claroscuros en la carrocería”, apunta Gutjahr. Esto le da un efecto especial al diseño, sobre todo en coches con tonos claros y plateados.
En contraste, la pintura nacarada a menudo es más suave y parece más
colorida por el añadido de otras partículas. En el caso de una capa
base roja, por ejemplo, las partículas de color naranja pueden hacer
que la pintura cambie de color a la luz.
Para aquellos que quieren tonos muy coloridos y brillantes, Gutjahr
generalmente aconseja un acabado de una sola capa o nacarado. “Para
ver mejor las líneas del automóvil, conviene elegir la metálica”.
Hay diferentes tipos de lacas, entre otras, el barniz mate, que no
tiene un acabado brillante o un brillo reducido, o la pintura
flip-flop, que produce un efecto visual de acuerdo al ángulo en que
se mire el vehículo. Por ejemplo, un parte de color rojo en la
carrocería puede parecer verde.
Petzoldt aconseja evitar pigmentos metálicos en un coche negro. Es
conveniente optar por un color sólido. Este suele ser más económico
que las variantes de efecto metálico o perlado y se ve mejor pero
también es más susceptible a cualquier rayón.
El especialista recomienda que, al elegir el color del auto, es
importante mirar la pintura de cerca y a distancia y con distintos
efectos de luz.
Fotos dpa
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