Uno de los mayores inconvenientes que se le presenta a los motociclistas al momento de emprender un viaje es la manera de poder llevar bultos, ropa, herramientas, elementos para el camping o la pesca de forma cómoda y segura. Descartada la caja de cartón o de madera atada con una piola, se imponen sistemas más profesionales y eficientes.
Entre ellos se encuentran los baúles, valijones, alforjas y bolsos específicos para cada tipo de moto, realizados en materiales de alta resistencia a impactos y a las inclemencias del clima, con sistemas de cerraduras por combinación o con llave, y con diseños aerodinámicos que generan baja turbulencia a mediana y alta velocidad.
Pero... ¿qué hay que tener en cuenta al momento de elegir un baúl o un par de alforjas? “Más allá de las cuestiones estéticas, uno de los aspectos más importantes es el tipo y tamaño de la moto”, considera Fabián Basílico, encargado de Motologik, comercio especializado en accesorios para motos. En función de este concepto, la recomendación básica que se desprende es que el ancho del baúl no debe superar el ancho de la moto medido entre los extremos de los puños, como para que el vehículo pase por espacios angostos.
Si bien hay motos que vienen equipadas con portaequipajes traseros de serie, hay otras que no lo traen por una cuestión de estilo y diseño. Entonces, para ese tipo de motovehículos se venden portaequipajes específicos para cada modelo, lo que luego permite colocar la base sobre la que se encastra el baúl.
Nota completa en la edición 489 de Weekend, junio de 2013. Si querés suscribirte a la revista y recibirla en tu domicilio, clickeá aquí.
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