La futura misión climática de la NASA, PACE (Plancton, Aerosol, Nubes y Ecosistema Oceánico, en español), ya está lista para su lanzamiento que tendrá lugar, a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX en el mes de enero de 2024 desde el Complejo de Lanzamiento Espacial 40 ubicado en la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida, Estados Unidos, según informaron desde la mencionada agencia espacial norteamericana, a través de un comunicado de prensa.
Una vez en órbita, PACE observará la atmósfera y la superficie del océano desde el espacio, a la vez que le ayudará a los científicos a aprender más sobre las relaciones entre el fitoplancton y el medio ambiente circundante al medir cómo la luz se refleja en el océano y a través de la atmósfera.
“PACE continuará, y mejorará, el legado de más de 20 años de observaciones satelitales globales de la NASA sobre nuestros océanos vivientes, los aerosoles atmosféricos y las nubes e iniciará un registro avanzado de datos relevantes para el estudio del clima”, reza el comunicado.
“Además, al determinar la distribución del fitoplancton, PACE ayudará a evaluar la salud de los océanos y también proseguirá con mediciones clave relacionadas con la calidad del aire y del clima”, agregan los especialistas.
La tecnología primaria diseñada para PACE es el Instrumento de Color Oceánico (OCI por sus siglas en inglés) que fue especialmente construido en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y será el instrumento más avanzado en la historia de la NASA para observar y estudiar el color del océano.
Por su parte, su espectrómetro óptico de última generación medirá las propiedades de la luz sobre amplios rangos del espectro electromagnético: desde las longitudes de ondas ultravioleta hasta las longitudes de ondas infrarrojas de onda corta. Además, permitirá hacer mediciones continuas de luz a una resolución de longitud de onda más fina que cualquier otro sensor de color oceánico de la NASA y su telescopio rotatorio de vía cruzada minimizará la separación de las imágenes que se registren.
PACE también incluirá dos polarímetros de imagen multiangular que medirán cómo la luz solar reflejada oscila dentro de un plano geométrico. Cuando la luz choca con las nubes o con partículas suspendidas, conocidas como aerosoles, se refleja de esa interacción cambiando. “Midiendo estos cambios en la polarización de la luz o el color, podemos inferir las propiedades de las nubes o de los aerosoles. Este tipo de datos es crucial para descifrar la forma en que la luz solar es reflejada y absorbida por nuestro planeta y cómo los aerosoles afectan la formación de las nubes”, señalan desde la NASA.
Por otra parte, la cobertura espectral sin precedentes del OCI brindará las primeras mediciones globales destinadas a tratar de identificar la composición comunitaria del fitoplancton, esas algas microscópicas que flotan en nuestro océano. “Estos datos mejorarán significativamente nuestra capacidad para entender los cambiantes ecosistemas marinos de la Tierra, gestionar recursos naturales como la pesca e identificar floraciones de algas nocivas”, concluyen los científicos.
El proyecto PACE está gestionado por el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en tanto que el Programa de Servicios de Lanzamiento de la agencia espacial, con sede en el Centro Espacial Kennedy, tendrá a su cargo la difícil misión de gestionar el servicio de lanzamiento exitoso de la misión PACE.
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