Una tormenta eléctrica sin precedentes, con 4.213.700 rayos detectados a lo largo y ancho de Australia provocó mucho temor entre las autoridades y los habitantes de ese país durante el pasado fin de semana, según informó Total Lightning Network (TLN) de Weatherzone, la única red especializada en la detección de tormentas peligrosas y caída de rayos de Australia.
Según explicaron los expertos, este inesperado fenómeno que dio lugar a la mayor caída de rayos jamás registrada en Australia hasta la fecha, tuvo como epicentro a la ciudad de Adelaida,-la capital costera de Australia Meridional-, y se extendió hasta el estado insular de Tasmania, -ubicado al sur del país-, se produjo como consecuencia del choque entre una masa de aire frío que se extendió por el sur de Australia con el paso de una baja de nivel superior cortada-, contra una masa de aire mucho más cálida y cargada de humedad, que se asentaba obre el continente australiano.
Weatherzone’s Total Lightning Network detected just over 4,213,700 lightning pulses over Australia on the weekend. This was an incredibly active 48 hours of thunderstorm activity, even for late-spring, which is a notoriously stormy time of year in Australia. pic.twitter.com/AbEzB2pnq7
— Ben Domensino (@Ben_Domensino) November 14, 2022
Estas masas de aire contrastadas hicieron que la atmósfera se volviera muy inestable y permitiera que se desarrollara una potente corriente de vientos de nivel superior sobre Australia lo que, sumado a una serie de vaguadas de baja presión en superficie, proporcionó los mecanismos de activación para el desarrollo de estas tormentas eléctricas sin precedentes que, entre tantos otros daños, provocó la mayor interrupción de la red eléctrica australiana desde el año 2016.
“El fin de semana se produjo una mezcla perfecta de ingredientes para la formación de tormentas en Australia y un inesperado récord de rayos caídos sobre distintas regiones del país”, explicaron los especialistas.
“Fueron 48 horas increíblemente activas de actividad de tormentas eléctricas, incluso a fines de la primavera, que, ya de por sí, es una época del año notoriamente tormentosa en Australia”, concluyeron.
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