Un hasta ahora desconocido planeta gaseoso del tamaño de Júpiter acaba de ser detectado orbitando alrededor de una fría estrella enana roja por un equipo de astrónomos de la NASA, según informó la mencionada agencia espacial norteamericana.
Identificado como TOI-3757 b, está ubicado a 580 años luz de la Tierra, en la constelación de Auriga (el Cochero) y se ha convertido en el planeta con la densidad más baja detectado hasta el momento alrededor de una estrella enana roja, según afirmaron los autores de este inédito hallazgo astronómico que acaba de ser publicado en The Astronomical Journal.
“Las estrellas enanas rojas son los integrantes más pequeños y tenues de las denominadas estrellas de secuencia principal; estrellas que en sus núcleos convierten el hidrógeno en helio a un ritmo constante”, explicó Shubham Kanodia, investigador del Carnegie Institution for Science’s Earth and Planets Laboratory.
“Aunque son frías comparadas con estrellas como nuestro Sol, las estrellas enanas rojas pueden ser extremadamente activas, y pueden hacer erupción con poderosas llamaradas capaces de despojar a un planeta de su atmósfera y convertirlos en lugares inhóspitos”, agregó el principal autor de la investigación.
Para llevar a cabo el trabajo, el equipo de astrónomos usó el telescopio WIYN, de 3,5 metros de diámetro, del Observatorio Nacional Kitt Peak, que está ubicado en Arizona, Estados Unidos, y forma parte de los Programas de NOIRLab de NSF y AURA.
Según la NASA, este descubrimiento resalta la gran importancia que tiene el instrumento NEID respecto a su capacidad para confirmar algunos de los exoplanetas candidatos que la misión TESS de la NASA está descubriendo en la actualidad, a la vez que brinda datos objetivos muy relevantes para que el nuevo Telescopio Espacial James Webb (JWST) realice un seguimiento y comience a caracterizar sus atmósferas.
“Tradicionalmente, se ha pensado que los planetas gigantes alrededor de estrellas enanas rojas son difíciles de formar. Hasta ahora, no hemos conseguido una muestra lo suficientemente grande de planetas para encontrar planetas gaseosos cercanos de manera consistente. De ahí la gran importancia que representa este planeta gaseoso que acabamos de descubrir”, concluyó.
Por su parte, Jéssica Libby Robert, investigadora de la Universidad Estatal de Pensilvania, reconoció que las futuras observaciones de la atmósfera de este planeta utilizando el Telescopio Espacial James Webb de la NASA podrían ayudar a conocer más sobre su naturaleza.
“Encontrar más sistemas de este tipo con planetas gigantes, que alguna vez se pensó eran extremadamente raros alrededor de las enanas rojas, es parte de nuestro objetivo para comprender cómo se forman los planetas”, afirmo la co-autora del estudio.
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