El cambio climático está avanzando mucho más rápido de lo previsto, por lo que para finales del siglo XXI, se prevé que las tormentas invernales de latitudes medias se intensifiquen en el hemisferio sur, con grandes consecuencias en todo el extratrópico.
Así lo afirma una reciente investigación publicada en Nature Climate Change que fue llevada a cabo por científicos del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Weizman, Israel, que, entre las principales conclusiones, revela que el hemisferio sur de la Tierra está experimentando una intensidad de tormenta que estaba prevista recién para fines de este siglo.
Para llevar a cabo el estudio que estuvo liderado por el doctor Rei Chemke y contó con la colaboración de sus colegas Yi Ming, de la Universidad de Princeton, y Janni Yuval, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), los especialistas compararon simulaciones de modelos climáticos con observaciones de tormentas actuales.
De esa manera, los investigadores lograron determinar que la intensificación de tormentas en las últimas décadas ya ha alcanzado los niveles proyectados para el año 2080.
“Una tormenta de invierno es un fenómeno meteorológico que dura solo unos pocos días. Individualmente, cada tormenta no tiene mucho peso climático. Sin embargo, el efecto a largo plazo de las tormentas de invierno se hace evidente cuando se evalúan los datos acumulados recopilados durante largos períodos de tiempo”, explicó Chemke.
“Un ejemplo de esto es el papel que juegan las tormentas en la regulación de la temperatura en los polos de la Tierra. Las tormentas de invierno son responsables de la mayor parte del transporte de calor desde las regiones tropicales hacia los polos. Sin su contribución, las temperaturas medias de los polos serían unos 30°C más bajas”, agregó el especialista.
Además, Chemke y sus colaboradores analizaron climas que simulaban modelos de intensificación de tormentas bajo la influencia aislada de causas climáticas internas, sin impacto externo, lo que les permitió demostrar que en los últimos 20 años, las tormentas se han intensificado mucho más rápido de lo que puede explicarse solo por el comportamiento climático interno, especialmente en el hemisferio sur.
“Elegimos centrarnos en el hemisferio sur porque la intensificación registrada allí ha sido más fuerte que en el hemisferio norte”, comentó Chemke.
“No examinamos el hemisferio norte, pero parece que la intensificación de las tormentas en este hemisferio es más lenta en comparación con la del hemisferio sur. Si la tendencia persiste, observaremos una intensificación de tormentas de invierno más significativa también aquí en los próximos años y décadas”, relató.
Ahora, los científicos esperan que este estudio ayude a los investigadores climáticos de todo el mundo a corregir el sesgo en los modelos, como así también a poder obtener una predicción mucho más precisa acerca de los patrones climáticos futuros.
“La comprensión actualizada de la intensificación de las tormentas de invierno en las últimas décadas nos ayudará a comprender mejor el estado actual del clima de la Tierra. Ahora, todos los científicos del clima del mundo pueden estimar con mayor precisión el alcance del daño que se espera que cause el cambio climático, y que solo se reducirá si la humanidad interviene y asume la responsabilidad por el futuro del planeta cuanto antes sea posible”, concluyó Chemke.
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