Mientras disfrutaba de una caminata por la arena, una científica británica encontró en la playa de Towan, en Newquay, Cornwall, al sur de Reino Unido, un pez muy raro, con un veneno 1.200 veces más mortal que el cianuro y altamente tóxico.
Según afirmó Constance Morrice, la responsable del hallazgo, al diario Cronwall Live, el veneno que encontró en el interior de pez muerto era tan letal que puede matar a 30 personas en cuestión de pocos minutos y, por el momento, no hay antídoto disponible.
“Estaba mirando la playa cuando noté unas gaviotas de lomo negro picoteando un pez. Al acercarme al animal, inmediatamente supe que era un hallazgo inusual”, relató Morris, quien también es una apasionada fotógrafa de animales.
El pez era tan raro que para poder identificar a qué especie pertenecía tuvo que recurrir a la ayuda de varios colegas que, además, determinaron que el veneno que tenía en su interior era tetrodotoxina, una toxina que se encuentra especialmente en peces de agua dulce y salada en diferentes regiones del mundo.
“Algunas personas lo identificaron como un Lagocephalus lagocephalus o pez globo oceánico, por lo que puede ser altamente tóxico”, explicó la especialista que colabora en la organización de monitoreo de vida silvestre Red de Varamientos Marinos de Cornwall Wildlife.
“No sabía qué era este pez, pero ya encontré varios antes. Sé que estos animales pueden ser de interés para los científicos. Como siempre estoy dispuesta a recoger algo desagradable de la playa, cuando lo vi, lo embolsé y lo metí a mi mochila, Medía unos 30 centímetros de largo y tenía un conjunto distintivo de dientes a los que se les conoce como pico, así como una parte inferior blanca y flácida, con una cara más redondeada”, señaló Morris.
Cabe resaltar que la toxina mitocondrial formada por átomos de carbono y nitrógeno, conocida como cianuro, es una de las intoxicaciones más mortales conocidas y usadas por el hombre a lo largo de toda la historia de la humanidad.
“El envenenamiento por tetrodoxina se caracteriza por entumecimiento y parálisis que se extiende por todo el cuerpo, lo que conduce a la muerte por insuficiencia respiratoria”, explicó Mat Slater, oficial de Conservación Marina de Cornwall Wildlife Trust.
“Como todos los peces globos producen tetrodotoxina, que es especialmente peligrosa si se ingiere, en tanto que las personas que los manipulan también reciben capacitaciones especiales, dado que hay peligro de morir envenenado en todo momento, no solo si se lo come”, concluyó Slater.
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