En medio de la tensión mundial que suscita en todos los rincones del orbe la guerra que se libra en Ucrania, debido a la invasión de tropas rusas, y enmarcado en el manifiesto riesgo que centra la realización de acciones militares en inmediaciones de la central nuclear de Zaporiyia, y que evoca la tragedia de Chernóbil en abril de 1986, a través de las redes sociales surgió un video que muestra lo que, aparentemente, son algunas de las secuelas que aún hoy, 40 años después de la tragedia, siguen presentándose en esa zona del mundo.
Encontraron escalofriante pez deforme
El video publicado en redes sociales muestra a un grupo de expertos que, explorando un lago cercano a la planta, se encontraron con un espécimen de pez digno de una película de terror, que evidencia lo que serían las mutaciones producto de la acción de la radiación.
El animal que se viralizó alrededor del mundo, podría ser tomado incluso como otra de las predicciones que logró la famosa serie animada “Los Simpson”, en tanto, al igual que el pez de Springfield, el hallado en Chernóbil evidencia una mutación genética que le hace tener cuatro ojos y dos bocas.
Tras el hallazgo del monstruoso animal, ahora conocido como el pez de Chernóbil, varios han referido que sería una evidencia irrefutable de que aún 40 años después de la tragedia, la zona sigue contaminada; advirtiendo que las aguas del espejo donde fue encontrado refieren aún la presencia de material tóxico. No obstante, tras la difusión del material fílmico, también surgieron una serie de afirmaciones contrarias, qué si bien no apuntan a negar la veracidad de la existencia del monstruoso ejemplar, sí apuntaron a explicar que las mutaciones evidenciadas no necesariamente son consecuencia del accidente nuclear.
Una de las voces contrarias a la teoría de la mutación es la de un biólogo de la Universidad de Carolina del Sur, en Estados Unidos, el doctor Timothy Mousseau, quien advierte que la conclusión derivada del video podría ser apresurada. Y que la malformación genética evidenciada en el pez podría ser el resultado de otros factores diferentes al escape radioactivo. En ese sentido, el experto dice que, antes de realizar las aseveraciones que se presentaron en torno a la causalidad, se deberían estudiar las aguas del lago advirtiendo de que esta mutación podría ser el resultado de otras causas. A su juicio, la radiación presente en el lugar no sería factor determinante para que se derivara en la malformación evidenciada.
Mousseau especuló que incluso podría tratarse de un caso extraordinario, donde un pez resultó herido y su afección sanó de manera “errónea. No obstante, existen otros motivos que siembran la duda frente a esta teoría, en tanto no logra explicar la aparición del segundo par de ojos y, al contrario, refiere que uno de esos son realmente las fosas nasales, que, dada la rareza del pez, se ubican en un lugar muy elevado de la cabeza.
Pese a la explicación del experto, miles de internautas no quisieron dar crédito a su análisis y, por el contrario, comenzaron a emplear el caso del pez para generar conciencia frente a lo que actualmente ocurre en territorio ucraniano. La necesidad de llegar a un acuerdo que no ponga en riesgo la planta nuclear ni a las comunidades próximas, recordando así el efecto que tuvo el trágico escape de la planta nuclear de Chernóbil.
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