Si bien existen varias teorías acerca del origen del carnaval en el mundo se trata de una fiesta cristiana que se festeja antes del comienzo de la Cuaresma, por lo que principalmente, es festejada en los países que cuentan con grandes poblaciones católicas.
El término carnaval proviene de las palabras latinas “carnis” y “levare” que, en castellano, significan carne y dejar afuera, porque precisamente justo después del carnaval llega la Cuaresma.
Sin embargo, el carnaval comenzó mucho antes del surgimiento del cristianismo, ya que era una celebración que figuraba en muchos calendarios paganos. Así, mientras algunos historiadores afirman que el carnaval tuvo su origen en Egipto, hace aproximadamente unos 5.000 años, otros tantos aseguran que su nacimiento fue en Grecia.
Cabe recordar que tanto en el antiguo Egipto como en Grecia hubo muchas festividades que ocurrieron alrededor de los ciclos de la naturaleza y del universo, en tanto que el carnaval era visto por los paganos como un pasaje espiritual de la oscuridad a la luz, de invierno a verano.
En Europa, los paganos creían que los espíritus malignos gobernaban el mundo durante el invierno y que tenían que expulsarlos para que regresara el verano. También hacían diversos rituales al final de las cosechas exitosas de cara al invierno y fueron una forma de agradecérselo a los espíritus.
Por lo general, la fiesta de carnaval tenía lugar antes del comienzo de la primavera, ya que era la última oportunidad que la gente tenía para comer bien debido a la escasez de alimentos que se registraba a finales de invierno. Nerthus, la diosa de la fertilidad, estaba en el centro de estas celebraciones, expulsando el invierno y asegurándose de que la fertilidad regresara en la primavera.
Con el correr de los años el carnaval fue evolucionando hasta terminar convirtiéndose en una manifestación de la cultura popular europea. Algunas de las tradiciones de carnaval más conocidas, incluidos los desfiles de carnaval y los bailes de máscaras, tuvieron lugar por primera vez en la Italia medieval con el Carnaval de Venecia que, tras ser abolido en 1797 por Napoleón, en 1979 regresó para convertirse en uno de los más famosos y populares del mundo.
Si bien gracias a los conquistadores y colonos europeos esta fiesta llegó a América, fueron los africanos quienes más contribuyeron a muchas tradiciones modernas de carnaval ya que, originalmente, fueron llevados a las Américas, como hombres libres y, luego, como esclavos. Así, muchas tradiciones africanas se fueron fusionando con las celebraciones europeas, entre ellas el carnaval.
Fueron precisamente los africanos quienes aportaron los colores brillantes que se ven en muchos disfraces de carnaval, así como también los sonidos y la música que son características centrales del carnaval en las Américas. Por su parte, tanto las plumas como el resto de los objetos naturales fueron utilizados para fabricar los disfraces y las máscaras debido a la creencia de que aportaban fuerza espiritual al portador.
Mientras el primer desfile moderno de Carnaval tuvo lugar en Colonia en el año 1823, actualmente el Carnaval es una fiesta que se celebra en más de 50 países del mundo.
Carnaval: cuándo nació en Buenos Aires
El carnaval fue introducido en Buenos Aires por lo españoles, y, de acuerdo con los períodos y sectores sociales, tuvo diferentes expresiones. Así en los tiempos de la Colonia, mientras los sectores populares participaban en los bailes de máscaras que tenían lugar en el teatro de La Ranchería, por su parte, la sociedad más pudiente lo celebraba en la Casa de Comedias.
Si bien el gobernador de la provincia de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas censuró, castigó y prohibió los festejos de carnaval durante sus dos gobernaciones, en 1869 Domingo Faustino Sarmiento promovió el primer corso oficial de la ciudad de Buenos Aires, de los que participaba activamente junto a las murgas y comparsas, compuestas principalmente por afrodescendientes, que eran una de las mayores atracciones.
En el siglo XX la influencia de los inmigrantes italianos y españoles fue resignificando el carnaval, con la introducción de danzas y vestimentas propias de sus respectivos lugares natales.
Así, con el correr de los años, se produjo el pasaje de las comparsas de candombe a las murgas actuales que comenzaron a bailar y a tocar en los corsos.
Por su parte, la migración a Buenos Aires que tuvo lugar a mitad del siglo XX, proveniente tanto del interior del país como de los países limítrofes, le dio un gran impulso a las murgas porteñas.
Si bien, en 1976 el gobierno de facto eliminó al carnaval del calendario oficial de festejos y se detuvieron sus manifestaciones callejeras, finalmente, a partir de 1983, a pesar de que sólo habían sobrevivido apenas un puñado de murgas, el fenómeno carnavalesco volvió con mucha fuerza a los barrios, hasta que, finalmente, en 2010, se restituyeron oficialmente los feriados nacionales del lunes y martes de carnaval que, este año, tendrán lugar el lunes 28 de febrero y el martes 1 de marzo..
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