Construido por decenas de faraones entre los años 2200 y 360 a.C. y ubicado en la ciudad de Lúxor, el Templo de Karnak es el más grande, y visitado, de Egipto.
En el interior de sus 2.400 metros cuadrados de extensión que se encuentran celosamente protegidos por una impresionante muralla de adobe de 8 metros de espesor, se encuentran el gran Templo de Amón, varios santuarios menores, capillas y el gran lago sagrado de 120 metros de largo, donde los sacerdotes realizaban sus ritos religiosos nocturnos.
Durante muchos siglos, el Templo de Karnak, que recibió ese nombre por tratarse precisamente de una pequeña ciudad amurallada de la Antigua Tebas, fue el sitio más influyente del Antiguo Egipto, con su templo principal dedicado al dios Amón.
Probablemente lo más espectacular sea su sala hipóstila de 5.000 metros cuadrados que contiene 134 columnas, de las cuales las 12 centrales son más anchas y elevaban el techo, ahora destruido, a 23 metros de altura.
En la entrada del templo, antes de cruzar el primer pilono, se levantan 40 esfinges con cabeza de carnero que conforman la legendaria Avenida de las Esfinges que, originalmente, llegaba hasta el Templo de Lúxor y al río Nilo.
El Templo de Karnak también fue escenario de varias películas de Hollywood, entre las cuales se destacan “La Espía que me amó (007)”, “El Regreso de la Momia” y “Transformers”.
Además, es una de las únicas cuatro localizaciones de Egipto en las que se lleva a cabo un espectacular show nocturno de luces y de sonidos, que consiste en ir avanzando por el templo mientras se escucha una historia al tiempo que se van iluminando diferentes partes del templo.
Los otros tres lugares donde se lleva a cabo este espectáculo son las pirámides de Giza, la isla de Philae y el majestuoso Templo de Abu Simbel cerca de Aswan.
Galería de imágenes
Comentarios