A poco más de dos siglos de haberse redescubierto el templo de Khnum, ubicado en la ciudad egipcia de Esna, y gracias a un ambicioso proyecto de restauración que comenzó en 2018, un grupo de 15 arqueólogos ha logrado descubrir sus colores originales, como así también cientos de inscripciones, pinturas y constelaciones ilustradas que estaban ocultas en su interior.
Durante el trabajo, que estuvo a cargo del profesor egiptólogo Christian Leitz de la Universidad de Tubinga, Alemania, y del cual también participaron expertos del Ministerio de Antigúedades de Egipto, los arqueólogos también hallaron gruesas capas de hollín y de suciedad en los relieves y en las inscripciones que, ahora, se pueden ver y admirar en colores brillantes que revelan, por primera vez, los nombres de algunas constelaciones del Antiguo Egipto. Al eliminarse las capas, ahora, el templo se ve en parte como lo hizo hace unos 2.000 años. Además, ofrece nuevos enfoques para la investigación de la egiptología.
"Los jeroglíficos que Sauneron exploró en el siglo anterior a menudo estaban esculpidos de manera muy tosca, los detalles solo se aplicaban pintándolos en color. Esto significa que solo las versiones preliminares de las inscripciones habían sido investigadas. Solo ahora tenemos una imagen de la versión final", explicó Leitz.
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En tanto aclaró que muchas de las inscripciones encontradas en el techo astronómico del templo, no se ejecutaron en relieve, sino que solo se las pintó. “Anteriormente no se detectaban bajo el hollín y ahora se exponen pieza por pieza. Aquí hemos encontrado, por ejemplo, los nombres de las constelaciones del antiguo Egipto, que antes eran completamente desconocidos", agregó.
El templo de las 33.000 estatuas
Templo sagrado
Esna está ubicada sobre la margen izquierda del Nilo, a 54 kilómetros al sur de la ciudad de Luxor y a 155 al norte de Aswan, y de su construcción originaria solo queda el vestíbulo, conocido como pronaos, que se encuentra completo y en perfecto estado de conservación.
Con 37 metros de largo, 20 de ancho y 15 de alto, la imponente estructura de piedra arenisca fue colocada frente al edificio del templo real en la época del emperador romano Claudio (41-54 d.C.) y se cree que la clave para que haya permanecido intacto durante milenios se deba a que estaba situado frente al edificio del templo real, y, por lo tanto, estaba muy bien protegido.
Leitz y sus colegas creen que estas elaboradas inscripciones y relieves decorativos probablemente tardaron hasta 200 años en completarse. Et templo no solo es mundialmente conocido por su astronómico y altísimo techo, sino, fundamentalmente, por ser considerado como el monumento que contiene los textos jeroglíficos coherentes descubiertos más recientemente de su época.
El techo se encuentra fuertemente sostenido por 24 columnas, mientras que los capiteles de otras 18 columnas están decorados con diferentes motivos vegetales. "En la arquitectura de los templos egipcios, esto es una excepción absoluta", expresó, a través de un comunicado oficial, Daniel von Recklinghausen, uno de los egiptólogos más prestigiosos de la mencionada casa de estudios de Tubinga.
El templo de Khnum, no solo es mundialmente famoso por su techo astronómico sino fundamentalmente por sus numerosas inscripciones jeroglíficas que son consideradas como el corpus de texto jeroglífico coherente más reciente que se ha conservado en la actualidad y que describe las ideas religiosas de la época y los eventos de culto que se llevaban a cabo en su interior.
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