Una de las pruebas de tiro más populares en los Estados Unidos es la denominada “Bullseye”, llamada también “2700”. En ella se disparan a una mano varias series sobre dianas instaladas a 25 y 50 metros, con tres calibres distintos. Un calibre de fuego anular, un calibre de fuego central de revólver, y el clásico .45 ACP.
Oxido: ese enemigo lento y silencioso
Con cada arma se efectúan series de precisión a 50 metros y de tiro rápido a 25, que totalizan 90 disparos de cada calibre, lo que da un total de 270. Si tenemos en cuenta que el centro de la diana puntúa 10, el máximo puntaje posible es 2700, de allí surge la otra denominación con que se la conoce. Esta difícil competencia se desarrolla en Camp Perry (Ohio) y participan tiradores registrados en la NRA (National Rifle Association).
En los comienzos de este certamen, las armas en el calibre de fuego anular –.22 LR– eran generalmente pistolas Hi-Standard y Colt Woodsman. En fuego central reinaban los revólveres Colt y Smith & Wesson en calibre .38 Spl, y en .45 ACP, las Colt 1911.
El viejo y popular calibre 22 LR
Nota completa en la edición 491 de Weekend, agosto de 2013. Si querés suscribirte a la revista y recibirla en tu domicilio, clickeá aquí.
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