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TURISMO | 05-08-2012 23:16

El paraíso tropical de las Islas Cayman

Tienen solamente 264 km cuadrados, pero albergan cientos de opciones para los turistas que visiten esta bella porción del Caribe.
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Desde el cielo, a través de la pequeña ventanilla del avión, se dibujan mares celestes y largas playas de arenas blancas. Todo es aún pequeño, allá abajo. Y todo es también maravillosamente encantador. A bordo, la ansiedad por lo que espera en tierra va creciendo. Y cuando, finalmente, el avión toca el suelo del aeropuerto de Grand Cayman, resulta inevitable sentir que se ha llegado al paraíso. O, cuando menos, a algo parecido.

Grand Cayman es la isla principal del archipiélago de las Cayman, un pequeño territorio británico de ultramar ubicado en el mar del Caribe al noroeste de Jamaica, entre las costas continentales de Honduras y las insulares de Cuba.

Con una superficie total de apenas 264 kilómetros cuadrados, estas islas son un diminuto y exclusivo lugar de encantos en el que la inequívoca postal caribeña de las arenas blancas y del mar cristalino se hace realidad a los ojos de quienes llegan hasta aquí.

Inevitablemente cautivantes, las islas Cayman seducen con sus bellezas naturales que se multiplican en todos sus rincones, las mantarrayas de Stingray City nadando junto a los turistas, el viento soplando suave contra el acantilado The Bluff, las larguísimas playas que parecen no acabarse nunca de la Seven Mile Beach, las barreras de arrecifes coralinos en las que el buceo resulta una maravilla asaltada por mil colores. Todo aquí es casi hipnótico.

El archipiélago de las Cayman está conformado esencialmente por tres islas principales: la Grand Cayman, la Cayman Brac y la muy pequeña Litlle Cayman. De ellas, la Grand Cayman es la más extensa, con una superficie de casi 200 kilómetros cuadrados, y también la más poblada, ya que allí se encuentra la ciudad de George Town, que es no sólo la capital del país sino que posee una población de 40 mil habitantes que equivale casi al sesenta por ciento del número total de habitantes del archipiélago.

Prácticamente todo el turismo que llega hasta estas islas lo hace través del aeropuerto Owen Roberts de la Grand Cayman y se aloja en sus muchos hoteles orillados a las costas caribeñas, algunos de ellos de destacados lujos como el Ritz Carlton, el Marriott Grand Cayman o el Westin Casuarina Resort.

Colón y Drake

Las islas Cayman fueron descubiertas por Cristóbal Colón en mayo de 1503, durante su cuarto viaje al continente americano, pero recién fueron bautizadas y colonizadas en 1586, cuando el legendario corsario inglés Francis Drake llegó hasta las mismas y las llamó Cayman Islands.

Tras un breve tiempo de disputas entre las coronas de Inglaterra y España por la posesión del archipiélago, estos últimos reconocerían oficialmente la soberanía inglesa en el Tratado de Madrid de 1670.

A partir de entonces, las Cayman serían gobernadas por Inglaterra como parte de una única colonia junto con Jamaica hasta que en 1962, tras la declaración de independencia jamaiquina, el archipiélago se convirtió en un territorio de ultramar británico. La ciudad de George Town y sus alrededores son el eje irreemplazable de la actividad turística en las islas.

Desde allí parten casi todos los visitantes en sus excursiones más tradicionales, tanto hacia los diferentes destinos de la Grand Cayman como de las otras islas que forman parte del archipiélago.

Dentro de las diversas opciones, resulta imperdible hacerse una escapada hasta Stingray City, un sitio en medio del mar de aguas de muy escasa profundidad, tan transparentes como generalmente calmas, en las que se puede hacer snorkel junto a grandes mantarrayas del tipo látigo a las que se las puede acariciar e, incluso, alimentar.

Increíblemente dóciles, los animales zigzaguean entre las piernas de los siempre asombrados turistas, que de a docenas bajan desde los barcos para ser parte de esta inolvidable experiencia. Dentro de la Grand Cayman, nunca deben dejarse de caminar las arenas blancas y suaves de la Seven Mile Beach, la más larga de las playas de las islas a las que suele considerarse uno de los lugares más encantadores de todo el Caribe.

Orillando las costas de la Seven Mile Beach, las aguas extremadamente claras permiten a los amantes del buceo disfrutar de vistas casi inconcebibles bajo el mar, ya que aquí la visibilidad suele superar los 80 metros de distancia. En estas condiciones, es inevitable sentirse parte de un sueño cuando uno decide acercarse bajo la superficie a algunos de los buques hundidos frente a la isla y explorar sus rincones ya oxidados y decrépitos, rodeados de peces de todas las formas y colores imaginables.

En submarino

Para quienes quieren disfrutar de la claridad marina sin zambullirse en el mar, nada mejor que visitar el submarino Atlantis, que permite ver tiburones y otros cientos de especies caribeñas desde la seguridad de las ventanas de la nave.

Con inmersionmes hasta los 30 m de profundidad, el submarino es un lugar ideal para quienes llegan hasta el archipiélago con niños, así como también lo es la famosa Turtle Farm, una reserva de tortugas marinas ubicada en Boatswain Beach en la que no sólo es posible observar decenas de especies diferentes de tortugas sino, además, hacer snorkel junto a algunas de ellas en lagunas especialmente acondicionadas a tal efecto.

Para aquellos que quieran aventurarse fuera de la Grand Cayman, es siempre recomendable navegar hasta la isla de Cayman Brac para conocer The Bluff, un acantilado de algo más de 40 metros que es el punto más alto de todo el archipiélago. Enunas islas caracterizadas por playas y suelos bajos, este lugar parece arrancado de una geografía extraña.

Y para quienes quieran ir aún un poco más lejos, para aquellos espíritus siempre necesitados de lugares remotos con sabor a aventura, nada se compara con la Litlle Cayman, la menor de las tres islas principales del archipiélago, de sólo 26 kilómetros cuadrados de superficie y una población apenas superior a las 150 personas.

En medio de un paisaje casi virgen, se pueden rodear por completo sus orillas en unas pocas horas de caminata, e ir de un extremo a otro de la isla en una decena de minutos, ya que el ancho de las tierras no supera los 1.600 metros. Iguanas, pájaros exóticos y arenas solitarias suelen ser la única compañía para quienes se adentren en la Litlle Cayman.

Paisajes oníricos de un archipiélago encantador. Así son las islas Cayman, ese pequeño paraíso en medio del Caribe.

Nota publicada en la edición 479 de Weekend, agosto de 2012. Si querés adquirir el ejemplar, llamá al Tel.: (011) 4341-8900. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

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Carlos Albertoni

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