Es un tema del que venimos hablando por lo interesante desde todo punto de vista: aunque no sea visible para el pasajero, en los aeropuertos existe un ecosistema de tecnologías que permite que los diversos grupos de trabajo (operacionales, tripulación y servicios generales) puedan estar comunicados sin importar adónde se encuentren o a través de qué dispositivo lo hagan. Y esto redunda en la rápida protección y buena atención del viajero.
“Es que la tecnología brinda un entorno de 360 ° que proteja al pasajero y a los trabajadores de un aeropuerto desde su centro de operaciones. La intención es que la experiencia del usuario sea segura”, explica Rodrigo Pombo Cabral, experto en innovación en seguridad para Empresas para el Sur de Latinoamérica y Brasil de Motorola Solutions, al confirmar que la compañía provee con handys desde los que pueden interactuar varias dependencias a la vez. Y su uso se acrecentó en la pandemia por la necesidad de ejercer un mayor control: “Se incorporaron nuevas tecnologías por su causa, sobre todo de inteligencia artificial en cámaras que permiten detectar desde personas que no están usando la máscara de manera correcta a aquellos que son buscados, y lo avisa en tiempo real. Además las diferentes áreas del aeropuerto se comunican entre sí por la radio y generan una respuesta rápida. La clave para que todo funcione bien es que un solo proveedor esté involucrado en todas las tecnologías, radios, cámaras, accesos, combinando los equipos”, agrega el ejecutivo.
Tecnología de avanzada
Así una cámara como las instaladas en Ezeiza y en el Subte porteño, detectan si alguien tiene temperatura corporal alta, aunque sea en una multitud. Por otro lado, “al arribar un pasajero a la puerta de embarque, los empleados ya recibieron previamente toda su información, lo que les permite actuar rápidamente de ser necesario”, agrega completa Darío Martínez de Avilion, también de Motorola. Esta tecnología, como comentamos, ya está funcionando en varios aeropuertos, en algunos solamente con las alertas, mientras que otros que aprovechan la versatilidad de este sistema para prevención: es habitual que se usen para identificar a una persona a través de los metadatos de ese individuo en particular. Es que están preparadas para evaluar volúmenes grandes de video reconocimiento facial, para encontrar a las que en la jerga se llama “persona de interés”. Al registrarla en el sistema, se envía un aviso a las radios para que el personal le haga el correspondiente seguimiento y proceda según las indicaciones de sus superiores. No manejan detección de explosivos, pero si pueden entrar en contacto con el software de notificación de incidentes, e incluso brindar opciones de cómo resolver una situación.
Pero, a nivel de las experiencias del usuario, esta tecnología no sirve solo para propósitos de seguridad. En el aeropuerto de Guayaquil (Ecuador), por ejemplo, sirven para supervisar el aterrizaje y despegue, trabajando a la par del administrador del aeródromo. La intención es que la operación funcione de manera más eficiente, principalmente en caso de que se produzca un problema en las pistas. Por eso tienen cámaras enfocadas al interior y exterior del aeropuerto, lo que les permite también vigilar el perímetro.
En términos generales, los usuarios indican se agiliza la respuesta, pues el personal va al punto correcto en que se lo necesita y no está dando vueltas por el predio. Es que se trata de un sistema autónomo de voz que no depende de Internet ni de ningún operador, y de manera segura pues están encriptadas a la que se acceder desde cualquier lado. “Tener Ezeiza como uno de los aeropuertos con tecnología de Motorola llamó la atención de otros que implantaron algunas de las soluciones de manera más pequeña o parcialmente, mejorando la seguridad durante la pandemia", finaliza Martínez de Avilion.
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