A partir de ayer 12 de junio, las autoridades estadounidenses eliminaron de los requisitos de ingreso la obligatoriedad de presentar un test de Covid negativo en la aerolínea, antes de volar hacia cualquiera de sus aeropuertos internacionales. La restricción era una de las últimas relacionadas con la pandemia que quedaban por levantar esa exigencia, en vigor desde que se abrieron las fronteras con los diferentes países. El nuevo régimen entró en vigor en la madrugada de este domingo.
Según funcionarios gubernamentales, ya no queda ningún motivo científico para mantener esa norma. También añadieron que dentro de 90 días, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) revisarán la decisión y, si hiciera falta, volverán a instaurar la obligación de presentar una prueba negativa.
Se prevé que esta medida sume 5,4 millones de visitantes y $ 9 mil millones en gastos de viaje durante el resto de 2022.
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En lo relativo a los viajes, el pasado 18 de abril cayeron las mascarillas en los aéreos (y también en los medios de transporte público y en lugares como estaciones de tren o de micros y aeropuertos). Entonces las aerolíneas presionaron para que el Gobierno levantara la obligación de la prueba negativa previa que debía tomarse entre uno y tres días previos al embarque. Hace semanas que tampoco es necesario presentar comprobante de vacunación para subir a un avión el el país, ya sea este nacional o internacional.
La obligación de aportar una prueba negativa se introdujo por primera vez en enero de 2021, cuando menos del 10 % de los estadounidenses estaban vacunados y la epidemia campaba por sus anchas. Las fronteras a los viajeros estuvieron cerradas hasta el mes de noviembre pasado (y desde el inicio de la pandemia en 2020) para los llegados de 33 países, incluidos China y una docena de europeos.
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