Thursday 28 de March de 2024
SITIOS EXTERNOS | 11-06-2015 17:55

Mimosas del Corcovado

El río Corcovado, ubicado en Chubut, ha ganado fama internacional por el tamaño de sus fontinalis, una pesca nada sencilla pero que atrapa en todo momento. Además, atractivas arco iris.
Ver galería de imágenes

Si el alto Corcovado es una de las catedrales mayores de la pesca con mosca en la

Patagonia, Paulino Arias es su feligrés más destacado. Ninguna boca y su área de

influencia se encuentra tan íntimamente ligada a la historia de un hombre, una leyenda viviente que hasta tuvo el honor de bautizar buena parte de sus pozos. Paulino pesca este sitio desde hace 65 años, cuando a los 12 venía con su tío Narciso a caballo desde río Pico, en un periplo que duraba más de una semana. Allí vivió todas las etapas de la pesca, del tarrito a la mosca seca, y construyó los refugios que forman parte de la rica historia de esa apartada región. Desde hace 15 años, bajo el puente carretero monta un campamento junto a su compinche Pedro Conzi, que usan ininterrumpidamente un mes al inicio y otro al final de temporada. Y que a manera de santuario, es visitado por amigos y pescadores de inquebrantable espíritu peregrino.

Junto a Luis Brunt, guía y pescador de Viedma, amigo y confidente del viejo, surgió la loca idea de poner en papel ocho décadas de historia jamás contada, y que definen buena parte del genoma mosquero chubutense. Fueron 9 días de campamento, amistad, trucos, asados y mateadas. De una ardua investigación periodística que llevará meses procesar y verá la luz en estas páginas. Pero también se pescó, y mucho.

Fin de temporada es el momento más caliente del Corcovado, un momento en que sus costas se encienden de ñires enrojecidos, las cumbres se tiznan de blanco y los

amaneceres inician con nieve o heladas que parecen quebrar los huesos. También de largas caminatas, ya que existe un solo acceso y para llegar a los pozos más alejados hay que sudarla de verdad. En este cierre el Corcovado presentaba la mayor bajante histórica de los últimos 40 años, casi parecía un arroyo, con las enormes dificultades que ese factor trae a la pesca. Debido a este fenómeno los barracos (arco iris plateadas) escasearon y las mimosas (fontinalis) estuvieron muy difíciles. Aun así salieron peces muy destacables, especialmente de esta última especie, y que nos muestran la excepcionalidad de un río prácticamente único en el mundo.

El Corcovado es un río cordillerano de cuenca pacífica, con fondo de piedra bola. Presenta grandes variaciones anatómicas según las distintas orografías que atraviesa.

Nace en el lago General Vintter a 860 msnm y tras 130 km de recorrido en la Argentina, cruza la cordillera hacia Chile donde se lo conoce como Palena.

Más sobre el Corcovado 

Mientras en su nacimiento se comporta como un río pequeño con un caudal medio anual de 25,7 m3/seg, cerca del límite internacional y engrosado con numerosos tributarios, casi los cuadriplica hasta alcanzar los 94 m3/seg. Su población de salmónidos está influenciada de plano por una sucesión de saltos insalvables, conocidos como el Cementerio de los Monstruos (a la altura del paraje La Elena) , que las aísla y compartimenta. Mientras aguas arriba solo encontramos truchas arco iris y fontinalis, debajo existen además truchas marrones y salmón chinook.

Nota publicada en la edición 513 de Weekend, junio de 2015. Si querés adquirir el ejemplar, pedíselo a tu canillita o llamá al Tel.: (011) 5985-4224. Para suscribirte a la revista y recibirla sin cargo en tu domicilio, clickeá aquí.

11 de junio de 2015

También te puede interesar

Galería de imágenes

Diego Flores

Diego Flores

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend