Thursday 25 de April de 2024
PESCA | 26-08-2019 13:32

Tras la estela de los primeros matungos

Antes de la llegada de los grandes ejemplares, relevamos varios lugares estratégicos donde obtuvimos sorpresas importantes. Mapa y waypoints de las rutas seguras.
Ver galería de imágenes

Llegó el momento, el Río de la Plata se convierte en la vedette del momento. Es que el enorme estuario ofrece infinidad de variantes a la hora de ir en busca de los grandes flechas de plata que suelen picar desde mediados de julio en adelante. Son pejerreyes que pueden promediar los 500 g y llegar en algunos casos esporádicos a los dos kilos de peso. En general, todo el río tiene buena pesca, con sectores que, en algunos casos y con el viento como condimento, rinden más que otros. La mayoría de los lugares visitados por el pescador y, principalmente, los guías, están cruzando el Canal Emilio Mitre, zona que se tornó de extrema peligrosidad si no tenemos en cuenta la tabla de mareas y menos aún si no conocemos los cruces seguros (ver mapa), un punto prioritario a considerar si queremos llegar a la zona de Playa Honda. 

0716_arenera5
Leé también
Lingotes de La Arenera

A veces, menos es más

Un mito que debemos desterrar es el que tienen en la cabeza varios pescadores: a mayor navegación, mejor la pesca, y muchas veces no suele ser así. Este deporte no es una ciencia exacta, sino que se basa mucho en la experiencia, en la cantidad de veces que uno sale a pescar buscando diferencias, en saber a qué lugar ir y cómo navegar según el viento que haya. Básicamente, a la experiencia lograda a través de los años. De ahí que si recién nos iniciamos, un guía hará la diferencia.
Si tenemos que enumerar las distintas posibilidades que hay en cuanto a zonas rendidoras, todas lo son, pero cada una en su momento. Mucho corresponde a lugares que están de moda en cuanto a nombres, pero a veces solo se usan de referencia para ubicar el sitio, para avisarle a algún amigo donde encontrarse o bien por seguridad ante cualquier imprevisto. Algunos de esos puntos comunes y cercanos donde podemos intentar la pesca son los barcos hundidos Baldissera, Siete Hermanos, Maca, Supremo Entrerriano y el Salvatore, sitios todos donde hallaremos un suelo con arena medio arcillosa y algunos bancos de conchillas. 

0826_peje

Cementerio de barcos

Si navegamos un poquito más con rumbo E-SE, siguiendo con las referencias de los barcos hundidos vamos a encontrar al Ministro Di Tomasso, Cintofante, Serrano, Chichita y varios otros que conforman el reconocido circuito del cementerio de los barcos. Aquí vamos a tener mayor profundidad: unos siete u ocho metros con el río en condiciones normales. Desde este punto hacia la costa uruguaya tenemos otro pesquero: la referencia es la isla San Gabriel. Allí vamos a encontrar lo que venimos nombrando, pero todo junto: conchilla, profundidad y algunos bancos de arena con buena cantidad de agua. 
Ahora, si tomamos hacia el O-NO por la zona de los primeros siete palos de la ruta hacia Martín García, en el islote formado en las últimas décadas y conocido como La Raja cruza una profunda canaleta que nos puede llevar desde Playa Honda hacia la isla Martín García y sus zonas aledañas. Es lo que se conoce como El Corralito, la cola del canal Buenos Aires: una zona baja, embancada y cercana a grandes profundidades, como la canaleta principal de La Raja y Rajita, o el mismo canal Buenos Aires
Otra muy buena opción es el lugar conocido como la Depresión del Palo 4, una alargada porción del río con extremos bien bajitos, veriles que paulatinamente van cayendo hacia la profundidad y un centro muy hondo que a veces llega hasta los diez metros de calado. Por último, y muy importante como para dejarla pasar, nos resta mencionar toda la zona de Playa Honda, un sector en la parte central del río donde la profundidad promedio es de tres metros. Sin duda, todos son muy buenos lugares de pesca, por lo cual muchas veces se dificulta la elección, más aún al saber que entre dos puntos posibles puede haber más de una hora de navegación. Es importante destacar que cuanto más avanza la temporada, los bancos de arena y conchilla, o las zonas bajas, son las opciones que mejor rinden. 
La idea de este relevamiento era poder cubrir la mayor parte de los lugares mencionados, cosa que no podríamos hacer en una sola jornada, razón por la cual elegimos una semana de buenos vientos que nos permitiera salir al menos un par de veces. Como muchos amigos cuentan con embarcaciones propias y varios de ellos son guías, la convocatoria fue fácil y nos permitió distribuir rápidamente los días y los pescadores. La primera opción fue un día que se anunciaba con poca nubosidad y sin rastros de lluvia, pero se equivocaron: llegamos a la guardería con una  llovizna que nos acompañaría durante toda la jornada; una jornada poco apacible para este tipo de pesca. Así y todo decidimos continuar con el plan previsto, pero saliendo un poco más tarde y con la firme convicción de llegar al lugar elegido, pescar, disfrutar con los amigos y plasmar nuestra salida en una sesión de fotos. 

0826_peje2

Los equipos

Para este tipo de pesca se utilizan cañas de 4 a 4,50 m de largo, que pueden ser telescópicas o enchufables, aunque con una salvedad: las telescópicas se usan con reeles frontales chicos y medianos y, las otras, con modelos de bajo perfil. Según la comodidad o experiencia del pescador, estos reeles pueden estar cargados con nylon monofilamento del 0,25 al 0,30 mm, al que el día anterior vamos a tener que pasarle vaselina o flotalíneas para que no se hunda mientras la línea navega. Otra opción es ponerles hilo multifilamento de 12 lb (1 lb = 453,592 gramos) o 0,20 mm que en principio flota y llega más firme a la clavada, aunque con el correr del tiempo este hilo va a absorber agua y, posiblemente, también se hunda, momento indicado de pasarle flotalíneas o cambiarlo.
Las líneas que se utilizan para esta pesca tienen una separación entre boyas de 1,60 m, y al final podemos colocarle una brazolada extra con una pequeña boyita del formato que queramos, que sujetará un cuarto anzuelo, el que actuará más suelto que el resto. En cuanto al formato y color de las boyas, pueden ser cometa, panzona, palito, palito desparejo, tipo lágrima, en colores uniformes o bien combinados de modo tal que el pescador pueda verlas sin dificultad alguna. Algunos ejemplos para tener en cuenta: Criterio Nº 19/1, 30, 5 o bien las Cribal Nº 208, 215 o 220. Como carnada siempre funciona muy bien la mojarra viva o salada, y el filet de dientudo fresco o salado y coloreado. 
Ya con todo listo, aunque el sol sin asomar, navegamos trazando un triángulo entre el Baldissera, La Raja y El Arbolito para hacer los primeros intentos. Aminoramos la marcha una vez decidido donde parar, apagamos el motor arrojamos el ancla de capa para aminorar la velocidad de desplazamiento al tiempo que colgamos una botella de aceite de pescado para formar una calle de ceba a través de un leve goteo. Armamos los equipos y las líneas, al agua. Pasamos casi una hora sin tener un solo pique, y obviamente que culpábamos a la lluvia sin querernos convencer de que no era el mejor día. Hasta llamamos por radio a otra lancha amiga para certificar nuestra postura. Ellos estaban en las mismas condiciones.

Otra vez en macrha

La decisión fue navegar un rato más en busca de mayor profundidad. ¡Ahí sí! Empezamos a tener los primeros piques, no muchos pero de muy buenos portes, lo que nos alegraba pero no nos conformaba. Igual seguimos pescando un rato más pero la decisión de regresar estaba tomada al lugar, lo que ocurrió un par de días después, aunque cambiando el rumbo más al sur. Esta vez no podríamos quejarnos de las condiciones, eran las ideales para pensar en una gran pesca: día luminoso, fresco y con vientos leves del S-SE. Más no se podía pedir y así fue, tremenda pesca en calidad y cantidad. 
El primer pique fue de un pescado de casi un kilo que picó en la primera brazolada produciendo una explosión a 30 m. Es característico de este tipo de ejemplares sacudir el cuerpo en superficie, nadar hacia los costados y, ya cercano a la lancha, ver su enorme boca abierta, momento en que alguno agarra el copo y se prepara para izarlo a bordo. Así se fue dando una sucesión de piques ininterrumpidos con pejerreyes que iban desde los 400 g al 1,30 kg de peso, algo sensacional que no se da en muchos pesqueros de esta especie. Obviamente, también salieron ejemplares de 30 cm, pero en esta oportunidad fueron los menos. 
Como la mano venía muy bien, hablamos mediante VHF con muchos amigos que estaban en el agua y a los que no les estaba yendo igual, por lo que los fuimos arrimando para que tuvieran la misma suerte. Al promediar la tarde decidimos volver para llegar temprano y seleccionar el material para mostrar en esta nota. Sinceramente, no daban ganas de dejar ninguna foto afuera, y eso que aún falta lo mejor. 

0826_peje4

Rutas (por Francisco Savino)

Con la premisa de la seguridad ante todo, relevamos el Río de la Plata en busca de las rutas de pesca 2019, aptas para navegar con lanchas y truckers. El consejo previo es el de siempre: antes de hacerse al agua asesorarse de las condiciones meteorológicas, de las mareas y de los avisos a los navegantes. Una buena síntesis de todo ello está compendiado en la web www.guianauticaargentina.com o también puede consultarse por Whatsapp (al +54 11 67963562; una vez solicitado el registro, todos los viernes se envía la información). 

Es importante conocer de antemano que todas las rutas que salen al Río de la Plata están desprotegidas de los vientos, vengan de donde vengan, por ello se deben navegar con la habilitación mínima de timonel y –fundamentalmente– con todos los elementos de seguridad a bordo (si no se saben cuáles son, pueden consultarse en: http://bit.ly/32v6Wuk).

* Al Vencedor Platense: no ofrece mayores dificultades ya que se navega el Canal Costanero y luego se cruza por entre medio de dos refulados, donde no existen inconvenientes.

* A la Raja por el Km 35: este relevamiento cruza el Canal Mitre por el Km 35, y es para cortar camino hacia Playa Honda. Su característica principal es la baja profundidad a causa del refulado. Para asegurarnos de que haya agua, debemos considerar que en San Isidro exista una profundidad mínima de 1,20 al cero del puerto de esa localidad. Además, como esta ruta pasa muy cerca del Baldissera, hay que tener cuidado con los restos de este naufragio, ya que no están balizados y pueden ser un peligro.

* Al Ditomasso, Corralito, Cientofante y La Raja: esta ruta nace en el Paraná de las Palmas y Canal Honda. Va por los Pozos del Barca Grande y luego ingresa en La Depresión. La hemos hecho de dos formas: una navegando por los Bajos del Temor y la otra directamente por los Pozos del Barca Grande, saliendo por lo que se llama el Paraná Viejo, conocida como la Ruta de los Palos, que es un peligro por dos razones:

1) porque donde están los palos normalmente no hay agua; 

2) porque como hemos explicado en otras ediciones, muchos de esos palos están rotos muy cerca de la superficie y no se ven, lo que representa un serio peligro para la navegación. 

También te puede interesar

Galería de imágenes

Julio Pollero

Julio Pollero

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend