Domingo de pez gallo en las playas de El Cóndor

El Cóndor es una localidad del municipio de Viedma, ubicada en el km 31 de la Ruta Provincial 1 de Río Negro, vía que comienza en la ya mencionada capital provincial. El balneario es el primero de una sucesión de playas de más de 150 km. Siguiendo por la ya nombrada RP 1 se recorre el Camino de la Costa denominado así ya que recorre las distintas costas del litoral rionegrino bordeando el mar. Allí, a lo largo de todo el recorrido, desde la desembocadura hasta El Faro puede realizarse la pesca, con capturas de una amplia variedad de especies, tal como aconteció en los últimos días.

En el caso de este fin de semana, el domingo, se realizó allí la segunda edición de la Fiesta del Pez Gallo, un concurso que fue organizado por la Asociación Patagónica de Pesca Turística y Deportiva, una entidad fundada hace poco más de dos años y medio. Se concretó entre las 9 y las 15 horas,  y contó con la participación de más de 130 aficionados, con un clima que se comportó hasta el final del torneo. Se premiaba con quinientos mil pesos al ganador, en este caso, el pescador de Viedma, Lucio Minicheli, quien capturó un ejemplar de 2,950 kg. Según comentó a los colegas del portal Rio Negro, el pez gallo ganador lo sacó alrededor de las 13.30, a una hora y media del final de la competencia. “La línea estuvo unos 10 minutos en el agua, aflojó, volví a tensar y cuando sentí que volvió a aflojar le pegué el tirón. Cuando se fue arrimando a la orilla me di cuenta que tenía un importante porte y cuando supe que lo podía concretar me puse muy contento”, expresó el ganador. Luis Raquila, con una pieza de 2, 715 kg, y Cristian Nicoliello, con 2,690 kg, completaron el podio. En el evento paralelo a la variada, Damián Giunchiglia, también de Viedma, logró un chucho de 7.385 kg. 

En la previa charlamos con Osvaldo Guagliardo, presidente de la Asociación Patagónica de Pesca, quién nos contaba que las dos líneas más rendidoras que usan allí en la zona, son el aparejo balancín o la rastrera. Esta especie pica entre los 50 y 60 cm, lo que no obliga a grandes lanzamientos. El Cóndor tiene la particularidad que allí desemboca el Rio Negro, a unos 2000 metros, lo que genera que aguas no sean claras, muy distinto a pesqueros como El Espigón, que está a unos 15 km. La carnada predilecta, la anchoa y langostino en sanguchito.

Como estaba estipulado, todas las piezas de pez gallo recolectadas fueron donadas al club Los Amigos de la villa marítima para que sea elaborado y vendido para que el club recaude fondos, mientras que, en el caso de la pesca variada, todas las otras especies fueron devueltas. Para destacar el trabajo de esta Asociación, con torneos dignos de imitar, al igual que el sistema de fiscalización, muy ágil con la implementación de una carga de datos con código QR, en la cual el pescador puede acceder en cualquier momento a la tabla de posiciones. 

Durante el torneo, se lograron diez capturas solamente de gallos, influyó el clima que se fue complicando, con una correntada que en un momento afectó al pescador, pero en días previos, la pesca venia bien, con un ingreso de la pescadilla que hacia rato no arrimaba a la costa, se daba en kayak o embarcados, pero desde hace dos o tres años no picaba de orilla. El gallo, una especie que se mantendrá hasta mediados de noviembre, con ejemplares de hasta 3 kilos en cantidad, y una expectativa a corto plazo muy interesante. En unos días se espera la irrupción del cazón en la zona de Bahía Rosas, el lenguado que aparezca firme y las primeras corvinas, además de los tiburones bacotas grandes que a partir de noviembre aparecen. Atracciones más que tentadoras como para poner a este destino en la agenda, no sólo pensando en salidas exclusivamente de pesca, sino como propuestas familiares, con bondades turísticas dignas de conocer.