A decir verdad, la carpa está en casi todos lados y es uno de los peces que más resiste. Y vaya si tiene aguante que pasó de ser odiada por la mayoría de los aficionados a ser cada vez más atractiva. Hoy, la especie nos permite desplegar distintas técnicas para pescarlas, desde métodos más discutidos como los aparejos del tipo coreano, con varios anzuelos, a la pesca con mosca a pez visto, pasando por el flote, no tan usada por los pescadores. Modalidades varias que tienen un mismo fin: pescar carpas.
A fondo:
Se usan distintos aparejos, uno muy tradicional es la línea coreana, que posee varias brazoladas hechas con hilo trenzado o dacron y una plomada corrediza. Las bajadas son de 3 a 5 anzuelos, de no más de 10 cm de largo y tiene un resorte donde se coloca la pasta o masa, y allí se introducen los anzuelos.
Uno de los que más se ve en la actualidad es el feeder, diseñado exclusivamente para la pesca de carpas. Es un resorte de unos 5 cm de largo y 3 cm de diámetro que permite colocar una gran cantidad de cebo, lo que atrae a los peces a la zona de pesca. Lleva uno o dos anzuelos, a veces, con algún elemento flotante como maíces o goma eva.
Carpas: la especie que torció su historia
Los más tradicionalistas utilizan aparejos de dos anzuelos con plomo pasante o un mosquetón esmerillón pasante donde colgamos un plomo acorde. Los anzuelos deben ser fuertes, del tipo Chinu o Seigo.
Pescamos en la laguna del Difunto Manuel
Por las carpas del arroyo Azul en Cacharí
A flote:
En muchos ámbitos se pesca carpas a flote, un claro ejemplo eran las lagunas de Junín, donde el Club de Pescadores realizaba torneos de muchas capturas con boya. Algunos usan sólo una boya bien calibrada, otros aparejos de dos o tres boyas como si estuviéramos pescando pejerreyes.
Con mosca:
Equipos 5 a 6 con líneas de flote y leader de un metro de 0.25 a 0.30 mm son los más usados, con moscas tipo Mopp Fly, imitaciones de renacuajo o un innumerable listado de alternativas que simulan, dependiendo el ámbito, distintas tentaciones para las carpas, como la miga de pan, algas o ninfas. La pesca se suele hacer a pez visto, nos obliga a tener un poco de pericia y paciencia, ya que la especie tiene un comportamiento muy particular que, si aprendemos a entender, nos allanará los caminos. No es la misma expectativa de pique una carpa en tránsito de un lugar a otro que un ejemplar en patrullaje o removiendo el fondo.
Con mala fama entre los pescadores, cada vez tiene más seguidores que la pescan. El boom de los harinados ayudó, como también la suma de los mosqueros que encontraron un gran rival. Sea en la modalidad que sea, sin dudas, la carpa es un pez para disfrutar.
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