Se venía percibiendo en el ambiente un cierto entusiasmo entre los fanáticos de la pesca de la corvina negra. Es que el cierre del 2023 trajo muy buenos resultados de capturas en la zona de la desembocadura de la laguna de Mar Chiquita con el mar, sector que suele marcar un termómetro de lo que puede pasar más adelante. Sin ir más lejos estas páginas dieron cuenta meses atrás de pescadores que se alzaron con trofeos cercanos a los 15 kilos.
La primera semana del nuevo año confirmó lo que se suponía: la llegada de las buscadas gigantes, que suelen darse en la modalidad fondeo en playas del Balneario Parque Mar Chiquita, más precisamente en la zona conocida como la Piedra del Vidalero. Se trata de un fondo rocoso amplio que se ubica dentro del mar entre unos 200 y 300 metros desde la costa, entre la mencionada ciudad y la localidad de Mar de Cobo, donde se han mostrado en las últimas horas campamentos con hasta 70 cañas apostadas en el sector.
Claro que los pescadores debieron hacerle el aguante en una faena que es netamente de espera. Y debe tenerse en cuenta que, hasta el momento, los resultados son relevantes más por calidad que por cantidad, pero aun así es una premisa. Es que la temporada en ese sector recién arranca, todavía tiene varias semanas por delante y ya se consiguieron corvinas negras que superaron los 25 kilos, como la lograda por un amigo de la casa, Oscar “La Bestia” Leguizamón.
La cuestión climática tampoco ayudó demasiado. Tardes con cambios repentinos de viento que a veces complican el mar o fuertes lluvias en cortos períodos de tiempo que no permiten el ingreso al mar para fondear las líneas. Algunos lo hacen a nado, otros con motos de agua, aunque el kayak es la opción más elegida. Y aun así salieron varias capturas que rondaron cómodamente los 10 kilos, con alguna “morita” más pequeña que se corrió de la desembocadura y se mezcló entre las más grandes.
Las playas de Mar Chiquita ofrecen un paisaje único con cañas apostadas una al lado de la otra, como en una especie de desfile, en la que los fanáticos ponen toda su fe en ese anzuelo número 6/0 o 7/0 encarnado con cangrejo (el cebo por excelencia), depositado estratégicamente en el lugar elegido. Y el premio a los más tenaces llegó, para algunos, más pronto de lo esperado. Pero augura una temporada que puede ser tan buena o incluso mejor que la anterior, que ya es recordada por muchos.
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