El buque británico de desembarco LCT 326 había desaparecido sin dejar rastro en febrero de 1943. En el momento del naufragio se dirigía de Escocia a Devon, en el suroeste de Inglaterra, con 14 tripulantes a bordo. En su momento se pensó que la embarcación había golpeado una mina o había naufragado a causa del mal tiempo en la isla de Man.
El LCT 326 era una nave diseñada para el desembarco de vehículos blindados durante operaciones anfibias, construida en Middlesbrough en 1942. Este tipo de buques fueron construidos en grandes cantidades durante la Segunda Guerra Mundial y utilizados durante las operaciones del día D, en junio de 1944.
Los científicos hallaron los restos del LCT 326 a unos 40 kilómetros de su última ubicación conocida. El barco formaba parte de un convoy en tránsito desde Troon a Appledore y una investigación estableció que el buque escolta HMS Cotillion lo había visto por última vez más al sur de donde se pensaba que había tenido lugar el naufragio.
Una nave partida en dos, que no estaba identificada, fue encontrada al sur de esa última posición conocida, en línea con el curso de la flota. Los datos de la sonda mostraron que se trataba de un buque de unos 58 metros de eslora y 10 de manga, partido al medio cerca del puente, con las características clave de un LTC de desembarco. Se cree que las mitades estuvieron a flote el tiempo suficiente para haberse separado.
El arqueólogo e historiador Innes McCartney, de la Universidad de Bournemouth, dijo que inspeccionaron más de 300 puntos de las aguas galesas hasta dar con la nave: "El objetivo de esta investigación en particular es identificar la mayor cantidad posible de naufragios en alta mar en aguas galesas y arrojar luz sobre su respectivo patrimonio marítimo. Este aspecto del proyecto ha conducido a muchos descubrimientos nuevos y emocionantes relacionados con ambas guerras mundiales".
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