Siempre se dijo que una imagen vale más que mil palabras. Y esta es una de esas situaciones donde el dicho aplica perfectamente. La marcada bajante del río Paraná es uno de los problemas por los que atraviesa toda la cuenca del Litoral. Podemos discutir si es a causa de la falta de lluvias desde hace meses o del cierre de compuertas de las centrales hidroeléctricas brasileñas. Lo cierto es que la zona norte de la provincia de Misiones no está exenta de esta situación. Allí confluyen los ríos Iguazú y Paraná. Y lo que se vio apenas 15 km al norte de esta confluencia, debajo del Puente Internacional de la Amistad, que comunica a las ciudades de Foz do Iguazú (Brasil) con Ciudad del Este (Paraguay) es realmente de una escena de documental, porque la bajante dejó al descubierto objetos desaparecidos durante años, que todo este tiempo el agua tapó y que invitan a la conspiración.
Según muestran las imágenes publicadas por el portal Vía País, se pueden observar restos de lanchas, moto de agua, automóviles y hasta huesos. Y las teorías conspirativas dejan volar la imaginación: los relojes amontonados podrían haber sido del cargamento de algún pasero. En la región llaman así a las personas que se dedican a llevar y traer mercaderías desde Paraguay. Los vehículos, podrían haber sido robados y desechados en el cauce. Aunque también podrían pertenecer a traficantes o simplemente haber sido desparecidos para cobrar el seguro. Algo similar ocurre con la moto de agua y la lancha. Quedan por analizar los huesos, aunque por su aspecto no son de seres humanos.
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