La bajante del río Paraná no solo causa estragos en la pesca, sino que pone al descubierto accidentes geográficos que pescadores, navegantes y guías de pesca no sabían que existían.
En la zona santafecina de Reconquista las aguas bajaron desde los tres metros a menos de uno en apenas un mes. Y, como en una película de terror, dejaron a la vista vestigios repletos de suspenso. Entre ellos, una lancha desaparecida hace casi dos años en medio de una noche de tormenta.
Una mañana de 2018 su dueño se acercó al puerto de Reconquista a recoger su embarcación y misteriosamente había desaparecido. Nadie podía confirmar que se la habían robado, por lo que inició una búsqueda en las inmediaciones intentando encontrar la lancha o, la menos, el fondeo que lo llevara hasta ella. Jamás apareció.
Ayer, la bajante del arroyo El Dorado, en las inmediaciones del puerto de Reconquista, dejó a la vista su lecho barroso, piedras, troncos... y la lancha desaparecida hace dos años.
Su casco apareció sano, aunque totalmente deteriorado, y hasta con el motor fuera de borda colocado. Unos lugareños que recorrían el lugar sacaron fotos inmediatamente y estaban tratando de ubicar a su dueño. En un pueblo chico todo se sabe pronto y este caso no es la excepción.
Comentarios