En la República Argentina, particularmente en la provincia de Buenos Aires, las lagunas y los cursos de agua vienen disminuyendo su cota debido a la falta de precipitaciones pluviales ya desde el año pasado.
Como consecuencia, los pescadores y los guías van mudando de espejos de acuerdo a esta problemática. Es lo que está pasando en plena temporada del pejerrey que, por ahora, se presenta esquiva en lo que a ámbitos palustres se refiere. Pero no solamente por estas latitudes se sufre el fenómeno, en Europa también y generando situaciones que provocan sorpresas más allá del ámbito de la pesca deportiva. Vale la pena que las conozcamos.
Desde hace meses que el río Po no recibe lluvias. Los niveles de agua inusualmente bajos en el curso más grande de Italia revelaron una barcaza hundida de la Segunda Guerra Mundial.
El barco, que sobresale del agua cerca del pueblo norteño de Gualtieri, se llama Zibello y fue utilizado para transportar madera durante la Segunda Guerra Mundial. Se hundió en 1943.
En otros años solo la proa era visible, pero claro, los niveles del Po no habían bajado a los que presenta hoy día. En este 2022 gran parte de la embarcación asomó fuera del agua. “Ver la embarcación tan expuesta en marzo, cuando todavía era esencialmente invierno, fue muy dramático”, dijo Alessio Bonin, un fotógrafo aficionado local.
“Nunca había visto una sequía así en esta época del año; nuestra principal preocupación solía ser que el río se desbordara y ocasionara inundaciones, ahora nos preocupa que desaparezca”, agregó Alessio que tomó fotos de la barcaza con drones en marzo, cuando la estructura se estaba volviendo más prominente.
La revelación se produce después de que no llovió durante más de 120 días en la zona. El Po alimenta de agua a la industria agrícola del país y también a otras vías fluviales que van a las principales ciudades como Venecia. En algunas áreas, los niveles del río son tan bajos que la gente puede caminar a lo largo del lecho de agua seco. La cadena montañosa de los Alpes en el norte de Italia, cuya capa de nieve generalmente alimenta grandes cuerpos de agua como el Po, se está volviendo más verde con el tiempo, con menos nieve.
Otros grandes ríos y embalses también se ven afectados por el cambio climático. Un estudio reciente encontró que, de 2018 a 2020, Europa experimentó su peor sequía en más de 200 años. Las sequías en todo el mundo están revelando sitios antiguos e incluso artefactos antiguos. En España, un invierno seco redujo tanto los niveles de agua de un embalse que el pueblo de Aceredo, previamente inundado, emergió nuevamente después de varias décadas. Los visitantes pudieron caminar por las calles del pueblo fantasma.
En otras partes del mundo también se repitió el fenómeno de las bajantes regalando otras tantas sorpresas. Por ejemplo, una ciudad de la Edad de Bronce a lo largo del río Tigris en Irak. En el oeste de Estados Unidos, una sequía descubrió parte de un cráneo de 8.000 años de antigüedad en el río Minnesota. Revelaciones menos antiguas incluyeron un cuerpo en un barril que se encontró cerca del lago Mead de Nevada. Aproximadamente una semana después de ese espeluznante descubrimiento, se encontraron más restos humanos en el lago.
Desafortunadamente, la prevalencia de la sequía a nivel planetario está aumentando, lo que significa que es posible que veamos más secretos hundidos saliendo a la luz.
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