La bajante histórica, la sequía y la consecuente falta de agua en las represas que desde hace muchos meses están afectando a toda la cuenca del río Neuquén han provocado, entre tantas otras graves consecuencias, que, por estos días, las personas puedan transitar y cruzar caminando un brazo del río Limay.
Según informó a LMNeuquén Elías Sapag, representante por la provincia de Neuquén de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), se trata del tramo que se extiende desde el puente de la calle Rio Negro y Democracia, que comunica a Rio Grande con la Isla 132.
"Una cosa es decir que hay emergencia hídrica y otra cosa es vivirla. Recién ahora los ciudadanos de aguas abajo se dan cuenta lo que es. Lo hacen cuando ven un hecho plasmado en el río. La gente puede cruzar de una orilla a otra en la zona de los clubes, es algo inédito en la ciudad", comentó el funcionario neuquino, en referencia a un video en el que se ve a un grupo de personas caminando por el curso de agua del río Limay totalmente seco, en el lecho que separa la Isla 132 del Paseo de la Costa del sector de clubes desde el cual, históricamente, los amantes del canotaje iniciaban sus travesías por el Limay.
"Veníamos de 15 años de sequía en el Limay y de 13 años de sequía en el Neuquén. Los embalses en Piedra del Águila está 16 metros cúbicos abajo del máximo que tiene y El Chocón está 9 o 10 metros cúbicos abajo; así que tenemos el 70 % de los grandes embalses que acumulan agua, vacíos", agregó Sapag.
Pese a este presente complicado, el representante neuquino de la AIC, se mostró ligeramente optimista de cara a los próximos meses, siempre y cuando las lluvias digan presente. “El brazo de la Isla 132 no tiene curso de agua, eso es lo menos que podemos tener de gravedad. Suponemos que en agosto volverá a circular agua por allí con los caudales de riego que se necesita y obviamente el aumento de caudales que vamos a estar obligados a erogar", explicó.
"En la medida en que no haya una crecida lo suficientemente importante que vaya llenando los embalses y hasta que no venga el riego, nosotros vamos a guardar todo el agua posible. Los caudales se van a aumentar si la meteorología cambia y la humedad que viene del oeste en nieve y en lluvia, cambia", concluyó Sapag.
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