Un grupo de conservacionistas internacionales descubrió 20 especies nuevas de fauna y flora, incluidas una serpiente, una víbora y una rana y redescubrió otras cuatro especies que se creían extintas, entre la neblina de los bosques y las impresionantes cascadas que flanquean el valle del Zongo en Bolivia.
Según informaron los investigadores, mientras entre las especies nuevas se encuentran la víbora Yope de montaña, la serpiente Bandera boliviana, la rana Liliputiense (una de las más pequeñas del mundo), cuatro especies de orquídeas y cuatro de mariposas, entre las redescubiertas están la rana Ojos de diablo, que se creía extinta y no se la veía por más de dos décadas, y una mariposa satirido, que fue vista después de casi un siglo.
"Si bien no todos los días descubres 20 especies nuevas de animales, insectos y de plantas, lo que más nos llamó la atención fueron las serpientes ya que son muy difíciles de encontrar en esta región de Bolivia", manifestó Trond Larsen, uno de los líderes del equipo de Conservación Internacional que participó de la investigación.
Por su parte, Eduardo Forno, otro de los responsables del estudio, se manifestó muy preocupado sobre las especies encontradas. “Las especies del valle del Zongo pueden estar en peligro de extinción como consecuencia de los constantes incendios que azotan a la zona, como así también, por el riesgo de sobreexplotación de los recursos naturales de la zona”, comentó.
“Algunos de los insectos encontrados, como la mantis religiosa, son capaces de mimetizarse a la perfección con el ambiente que los rodea para evitar ser extinguidos ya sea por los incendios intencionales como por el accionar inescrupuloso del hombre”, concluyó Forno.
En cuanto a las nuevas variedades de plantas que fueron descubiertas por estos afortunados biólogos hubo una que les llamó poderosamente la atención: una orquídea de Copa, que, de esta manera, pasa a formar parte de las hasta ahora familia de 72 especies de orquídeas del mismo grupo que se encuentran en gran parte de la América tropical.
Conocido como “el corazón de la región”, el valle del Zongo está enclavado en los Andes, a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar y, según los científicos que participaron del estudio, es una de las zonas de mayor riqueza natural y biodiversidad del mundo.
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