Grande fue la sorpresa de los bañistas que buscaban refrescarse en el río Paraná, de las altas temperaturas que imperaron durante el pasado fin de semana en las localidades misioneras de Posadas y Candelaria, entre otras, ante la sorpresiva aparición de una gran cantidad de pirañas en el lugar.
Si bien muchos no lograron salir del agua sin ser atacados por las palometas, según informaron desde la policía de Misiones no hubo que lamentar ninguna víctima fatal. En tanto que las numerosas personas que resultaron heridas por las picaduras, fueron derivadas a varios hospitales de la zona, donde sólo fue necesario realizarles curaciones y vendajes. Además, la policía provincial informó que un bañista resultó con muchas heridas debido al ataque con su aguijón de una raya, algo muy poco usual.
“Entre el sábado y domingo pasados, en la guardia de este hospital atendimos a siete pacientes que presentaban varias mordeduras de palometas en las extremidades. Afortunadamente, ningún caso fue de gravedad”, informó Martín Carrara, médico del hospital de la Candelaria, ciudad ubicada a 30 kilómetros de la capital provincial.
El agua del río Paraná está inusualmente clara
Según el profesional, la mayoría de las personas llegó de la localidad de Garupá, que tiene sus balnearios sobre el arroyo homónimo. Por su parte, en la playa La Mansa, ubicada en el acceso sur de Posadas, se reportaron varios ataques de pirañas durante el pasado domingo que dejaron un saldo de seis chicos de entre 2 y 11 años de edad con varias heridas en sus extremidades, tal cual lo reportó Andrés Villa, encargado del grupo de guardavidas del mencionado balneario.
Los expertos afirman que los ataques de las pirañas no están vinculados a una necesidad de alimentarse, sino a un aceleramiento del metabolismo debido al calor como, así también, a un comportamiento de defensa de su espacio territorial.
"Las palometas no atacan a la gente deliberadamente. Lo que sucede es que, a veces, cuando hay muchas personas en el río y se tira comida al agua, en la confusión pueden morder a alguien", explicó Nicolás Eizmendi, ex director de Playas de la Municipalidad de Posadas.
“El río Paraná puede recibir peces que viven en lagunas y por los desbordes se quedan sin oxígeno y van a parar a los grandes ríos. Hay que tener en cuenta que en el Paraná viven tres especies de palometas, todas de la misma familia que las pirañas del Amazonas”, concluyó.
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