Cientos de desprevenidas personas que buscaban pasar un día de esparcimiento y descanso en familia en los coloridos bosques de Irlanda del Norte se encontraron con una postal tan maravillosa como inédita.
Torres del Paine: una aventura entre hielos
En medio de las frondosas ramas de los árboles que habitan en los numerosos espacios verdes de los condados Fermanagh y de Tyrone que están ubicados en la parte más occidental de Reino Unido y a unos 160 kilómetros de la capital irlandesa, Dublín, aparecieron unas extrañas capa de hielo con la forma de un gigantesco algodón de azúcar.
Seis días a través de los hielos continentales
Estos llamativos y pequeños cristales suelen formarse tanto en la madera podrida como en los troncos de los árboles durante las húmedas noches de invierno, cuando la temperatura no supera los 0 grados centígrados.
Los científicos han descubierto que el origen de este fenómeno, al cual se lo conoce popularmente como “flores heladas” o “hielo capilar”, se debe a la acción de un hongo llamado “exidiopsis effusa”que posibilita que el hielo forme pelos delgados, con un diámetro de aproximadamente unos 0,01 milímetros.
Tal es así, que si se los ve muy de cerca, se pueden apreciar claramente cientos de hebras heladas, como si se tratara de una suerte de finos cabellos de color blanco que, al tocarlos, se derriten instantáneamente.
Ya en el año 2015, un grupo de científicos de la Universidad de Berna había publicado una investigación en la que explicaban que el hielo capilar mantiene su forma debido a un "inhibidor de la recristalización" generado por el hongo que evita que los cristales pequeños aumenten su por más diminuto tamaño.
Según los expertos, el hielo capilar crece principalmente en latitudes entre 45 y 55 grados norte, en países como Canadá, Francia, Alemania, India, Irlanda, Países Bajos, Rusia, Escocia, Eslovenia, Suecia, Suiza, Estados Unidos y Gales.
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