Un recuento no oficial estima que Irlanda tiene más de 1000 castillos. Están dispersos por todo el país, la mayoría son construcciones medievales que nacieron como hogares y fortalezas defensivas de las familias más poderosas de la isla. Lamentablemente casi todos fueron abandonados y terminaron en ruinas. Sin embargo, las fortificaciones más palaciegas fueron restauradas, recuperando la gloria de antaño e incluso algunos terminaron convertidos en hoteles para los dichosos que pueden darse el lujo de alojarse. Por eso te damos un recorrido por los cinco mejores castillos de Irlanda, cada uno con su detalle de interés, que pueden servir de tentación para un futuro viaje. Mientras tanto tenés la posibilidad de visitar a algunos de ellos de forma virtual. Dejanos alimentar tu imaginación y ayudarte a planificar tu futura visita (o revivir la que ya hiciste).
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El castillo de Bunratty es uno de los más visitados, conocidos y queridos de la isla. Aunque hubo asentamientos anteriores en el mismo lugar, tal como está hoy fue construido en el 1400. La fortificación ubicada en el Condado de Clare, muy cerca de la ciudad de Limerick, fue completamente restaurada en 1954. De piedra gris en el exterior, ha sido decorado con piezas y objetos de los siglos XV y XVI, recreando la vida como era en la época en que se construyó y donde habitaba la poderosa familia MacNamara.
Es posible visitarlo, se adquieren entradas con descuento y anticipación on-line y también, además se pueden reservar tickets para los banquetes medievales que se celebran allí casi a diario. Información sobre horarios y visita en su sitio web.
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El castillo de Blarney es una fortaleza medieval cerca de Cork, rodeada por un gran jardín y situada junto al río Martin. La edificación data de principios del siglo XII, si bien la fortaleza de piedra como hoy la vemos fue construida por la familia McCarthy en el siglo XV. Es posible visitar algunas de las habitaciones y la atracción principal es la Piedra Blarney. Se cree que la piedra en la parte superior del castillo otorga el don de la elocuencia a quien se inclinara a besarla. La historia aún es controvertida, pero al menos ya no se corre peligro para cumplir este cometido como en la antigüedad, ya que agregaron una baranda de hierro.
Información sobre horarios y visita en el sitio web.
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Podéss realizar la visita virtual aquí.
El Castillo de Dunluce es una edificación medieval abandonada y en ruinas, situada en la cima de un acantilado con vistas al mar en el Condado de Antrim. Se hizo más popular tras su aparición en la serie Game of Thrones. Lo maravilloso del castillo es el entorno dramático donde está situado, rodeado de pendientes empinadas y al que se puede acceder únicamente cruzando un puente. La primera construcción de Dunluce data de principios del siglo XIV por el clan de MacQuillan. Pero en pocas décadas fue tomado en posesión por el guerrero McDonnell. Su ubicación en la cima del acantilado y el escaso acceso eran ideales como estrategia defensiva. Sin embargo, también esto fue su talón de Aquiles, ya que una parte del complejo, la cocina, cayó al acantilado durante una tormenta en 1630. El castillo pasó a manos de los Condes de Antrim, quienes lo dejaron abandonado y así comenzó a deteriorarse. Se puede visitar y deambular por el interior de sus ruinas. Aún pertenece a la familia McDonnell, pero es administrado por el estado.
Información sobre horarios y visita en el sitio web.
Podés hacer la visita virtual aquí.
Hay muchos mitos asociados con el gran castillo conocido como la Roca de Cashel, Rock of Cashel. Se encuentra en el condado de Tipperary, al sur de Irlanda. Según cuenta la leyenda, fue aquí donde Aenghus, Rey de Munster, fue convertido al cristianismo por San Patricio en el siglo V. Los Altos Reyes del Ulster gobernaron desde este sitio hasta que lo donaron a la iglesia católica. La mayoría de los edificios en el gran complejo datan de los siglos XII y XIII. Es posible caminar por allí y admirar la hermosa arquitectura medieval que hace de la Roca de Cashel uno de los sitios más visitados de Irlanda.
Información sobre horarios y visita en el sitio web.
En oposición a muchos de los castillos en ruinas que se encuentran en Irlanda, el de Ashford fue tan bien conservado que hoy se convirtió en un hotel de lujo. Su primera construcción data del año 1200; los muros, que fueron ampliándose a través de los años, presenciaron grandes batallas hasta que finalmente se convirtió en un pabellón de caza. Para 1852, la propiedad fue adquirida por la famosa familia cervecera Guinness. Ellos lo expandieron construyendo nuevas alas, antes de deshacerse de la propiedad en los años ‘30. Con una mezcla de arquitectura victoriana y medieval, el hermoso Castillo de Ashford, con sus paredes cubiertas de hiedra, cuenta con 83 habitaciones listas para alojar a los afortunados que puedan pagar sus tarifas.
Más información sobre el castillo/hotel en su sitio web.
Podés realizar la visita virtual aquí.
Y si querés saber un poco más de su historia, siempre atraapnte y relacionada con la de Gran Bretaña, tenés una serie en Netflix presentado por Simon Delaney que, en seis episodios, va revelando la trama secreta detrás de estas y otras construcciones: Tales of the Irish Castles.
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