En el rubro del ecoturismo y del turismo aventura, en la Argentina hay unos 2.600 prestadores que aseguraban una facturación anual de 30 millones de dólares. Por el atractivo que brindan y lo diferente de los paseos tradicionales que son, se posicionan entre las alternativas más eficaces para reactivar el movimiento turístico tras la pandemia, por ser actividades que se desarrollan en grupos reducidos y en espacios amplios, bien ventilados, seguros e higiénicos.
La Patagonia argentina, que concentra al 47 % de los prestadores, es la región donde más desarrollo tiene por las características de la zona. Allí se destacan actividades como senderismo, cabalgatas, montañismo, pesca, avistamiento de aves y de fauna, rafting y kayakismo. Desde la Asociación Argentina de Ecoturismo y Turismo Aventura (Aaetav) ven que los cambios que provocará el Covid-19 en la industria de los viajes hará que la preferencia de los turistas se vuelque a los espacios en contacto con la naturaleza, al aire libre y en grupos más que reducidos. Evidentemente, esa selección se adaptan a las características de los productos que este segmento ofrece, vinculados además a la naturaleza, la cultura y la diversidad paisajística de todo el país".
La Organización Mundial de Turismo (OMT) coincide en esta postura y reconoce el valor ecológico, cultural y económico de esta actividad, a la par que considera valioso que "el 70 % del costo de un viaje de turismo aventura queda en el destino que se visita", y que "el gasto medio de un turista en este segmento es de 2.600 euros, en viajes con una duración promedio de ocho días". El presidente de la Aaetav, Carlos Pelli, aseguró que "la Argentina, por su extensión y diversidad de paisajes, por la capacidad de sus prestadores y por la calidad de su sistema de rutas, está en un lugar ideal para recibir a este tipo de turistas". El directivo explicó que esas actividades, por el momento, cuentan con algunas recomendaciones tras el coronavirus, como por ejemplo que "en las expediciones deberá haber sólo una persona por carpa. Para nosotros es fácil adaptarnos a esa norma y también a las que marcan la obligatoriedad del distanciamiento, pero vamos a tener que extremar las condiciones de seguridad e higiene en el transporte y en los alojamientos que no sean al aire libre", manifestó.
Un trekking con adrenalina en La Cumbrecita
Justamente, Pelli hizo públicas sus observaciones de cómo será el futuro, en su carácter de propietario de Wilderness Patagonia - Travel Company, y comenzó a establecer estrategias concretas, poniendo de resalto que el factor precio será determinante y que los prestadores deberán ser ágiles para responder a tres tendencias: por un lado habrá demanda de un sector de mayor volumen con un poder adquisitivo acotado, con una gran sensibilidad al precio, que obligará a los operadores receptivos y hoteleros convencionales a ajustar tarifas, probablemente hasta el primer semestre del año próximo 2021. En el otro extremo estará la demanda de un nicho importante de gente con alto poder adquisitivo que buscará destinos exclusivos con viajes a medida, evitando la masificación, donde no habrá afectación de precios. La tercera área será la de viajeros sensibles al precio pero con intereses especiales de viaje, para los que la naturaleza, la geografía y las culturales locales brindarán experiencias inmersivas completas y seguras, basadas en la experiencia de un sector robusto y poco visible hasta ahora. De esta manera se pone de resalto que la actividad privada en el terreno siga trabajando, generando riqueza, desarrollo territorios y fomentando la economía regional.
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