En una vieja casona restaurada del porteño barrio de Villa Urquiza se instaló el Museo del Whisky, donde su propietario, Miguel Reigosa, conserva en un sitial de honor una botella de Old Sparr que perteneció a su padre. Además, allí se exhibe la colección privada más grande del mundo, y donde además se puede ir a probar el contenido de algunas de las tantas botellas en la barra, cita obligada de los amantes del agua de vida. Quedan por concluir la remodelación de la casa contigua de la avenida Monroe para exhibir todas las botellas de la vasta colección, ya que algunas por una cuestión de espacio todavía no llegaron a las vitrinas.
Tres estancias para una escapada 100 % relax
En la segunda planta funciona el restaurante y bar con más de 600 etiquetas de para degustar. La propuesta gastronómica también es única, ofreciendo maridajes con single malts y coctelería de vanguardia.
Ex propietario de El Café de los Incas, Reigosa comenzó trayendo botellas de sus viajes. Obviamente el primer destino de importación de la ambarina bebida fue Escocia, y ya va por el viaje número 30 llevando asociados del Club del Whisky que creó y también como representante e importador de unas 74 etiquetas de whisky. A principios de 2000, el experto fundó la Whisky Malt Argentina, a través de la cual logró unir a los amantes de la bebida en el país y más de 5.000 socios son parte de Mundo Whisky, también el nombre del programa de televisión que comanda desde hace ya 14 años.
Absenta: la bebida prohibida.
Sonoma, tierra de kayaks y granjas
El hombre fue reconocido este año como Keeper of the Quaich, el Oscar de esta bebida y el mayor reconocimiento para un coleccionista, sólo hay unos 1.100 en el mundo, porque la suya tiene 3.150 botellas. En estos días el Museo del Whisky permanece cerrado al público aunque toman pedidos por Whatsapp y hacen entregas de domicilio de sus especiales botellas conteniendo la bebida ambarina.
Comentarios