Friday 29 de March de 2024
MOTOR | 14-12-2017 08:56

Diseño y Tecnología

El Nissan Kicks es un nuevo jugador que se suma a la pelea en el segmento de los SUV compactos. Muestra líneas atractivas, buena seguridad y ayudas electrónicas. Su punto flaco: el motor y la caja. Galería de imágenes.
Ver galería de imágenes

El segmento de los SUV compactos es uno de los más dinámicos del mercado automotor, y no sólo en la Argentina. Si bien el fenómeno es mundial, en América Latina tiene un crecimiento exponencial. La mayoría llega desde Brasil –un poco el responsable de esta moda–, pero también tiene origen en México, China, India y hasta alguno se produce en la Argentina.

En Latinoamérica, este tipo de vehículo generalmente está basado en la plataforma (la base sobre la que se monta la estructura de un vehículo) de un auto chico, y logró desplazar a los familiares, monovolúmenes y minivans gracias a una carrocería más alta, una mayor distancia al piso y una apariencia de camioneta con look off-road. En nuestro país se ofrece cerca de una docena y media de modelos con una estimación de ventas para este año de unas 95.000 unidades, 11 % de los patentamientos totales.

[gallery ids="55371,55369,55367,55365,55363,55361,55359,55357,55355,55353,55351"]

Uno de los últimos en llegar fue el Nissan Kicks, que lo hizo desde México, pero a partir de este mes vendrá desde Brasil. Se trata de un SUV compacto, desarrollado globalmente para los mercados emergentes latinos sobre la plataforma V, que también utilizan March, Versa y Note. Su carta de presentación más contundente es el diseño, con una personalidad que varios de sus competidores todavía buscan. Declara un coeficiente aerodinámico –Cx– de 0.34, buen valor dentro de un segmento que suele exhibir modelos algo básicos similares a cajas de zapatos con ruedas. En el frente conviven varias líneas y elementos que generan cierta confusión visual, aunque la parrilla cromada en forma de V estirada domina claramente la escena. Aquí se destacan las ópticas generosas y con un diseño muy particular, que tienen una saliente prominente que cumple funciones estéticas y aerodinámicas.

Gracias a un efecto visual generado por los parantes oscurecidos, el techo pareciera flotar, un recurso estilístico tomado del Murano. Donde el Kicks marca diferencia visual es en el remate trasero, con líneas resueltas de forma más sencilla y elegante, con ópticas envolventes estilo bumerang.

El Nissan Kicks viene en 3 versiones: Advance MT, Advance CVT y Exclusive CVT. Esta última es el tope de gama y la utilizada por Weekend en el contacto. En este caso, ofrece un diseño interior sobrio y sencillo con un detalle de distinción, como son las butacas en colores diferentes al clásico y aburrido negro, y que pueden elegirse en dos opciones: beige claro o un naranja opaco, no aptos para niños y mascotas. Un detalle es que los asientos incorporan la tecnología Zero Gravity, desarrollada junto con la NASA, que otorga un mejor soporte a las áreas del tórax y la pelvis para aumentar la comodidad y reducir la fatiga en viajes largos.

La llave de presencia permite entrar al vehículo y encender el motor mediante un botón. La posición óptima de manejo se logra gracias a las múltiples regulaciones manuales del asiento del conductor y a que el volante se ajusta en altura y profundidad. El doble burlete en la puerta y en el marco le otorga no sólo muy buena insonorización, uno de los principales atributos del Kicks, sino también estanqueidad contra el ingreso de polvo al interior.

La tecnología aparece con el nuevo sistema Intelligent Drive Assist con pantalla de 7” frente a los ojos del conductor. Se trata de un tablero con 2 relojes redondos. El velocímetro, a la derecha, es analógico, mientras que a la izquierda el instrumento es una pantalla digital que muestra 12 funciones como tacómetro, temperatura, consumo, brújula, además del acceso a los ajustes para el control del chasis y tecnologías de ayuda a la conducción. Otro chiche es el sistema de cámaras que entregan visión de 360º no sólo para estacionar, sino también para maniobrar en lugares estrechos.

El conjunto motor-caja es lo más cuestionable del Kicks. Monta un impulsor 1.6 naftero de 4 cilindros que entrega 120 CV de potencia, un valor bajo si se tiene en cuenta que sus rivales arrancan en los 125 CV y llegan hasta los 170. Y la caja CVT (variador continuo) plancha la salida y en ruta le cuesta remontar como para encarar un sobrepaso son soltura. Por supuesto, compensa con un consumo bastante reducido, aunque su tanque de 41 litros le otorga una autonomía acotada.

En ruta, el Kicks se muestra firme con buena tenida en curvas gracias a nuevas tecnologías que Nissan denomina IDM y que operan sobre el chasis. Al ESP tradicional se le agrega el ATC (control activo de trazo), un sistema que actúa antes que el ESP al ingresar en una curva rápida, evitando el subviraje. También dispone del ARC (control activo de marcha) que evita los cabeceos al transitar por caminos irregulares. Además de las ayudas electrónicas, dispone de alta seguridad pasiva, como 6 airbags, 5 cinturones inerciales, 3 apoyacabezas en las plazas traseras, y ganchos isofix para sillas infantiles.

Nota completa publicada en revista Weekend 543, diciembre 2017.

Galería de imágenes

En esta Nota

Alejandro Fischer

Alejandro Fischer

Comentarios

También te puede interesar

Más en
Mirá todos los autores de Weekend