Las autoridades de Bariloche están en alerta máxima debido a que la falta de lluvias y nevadas de los últimos meses provocaron una marcada caída en el nivel de los arroyos, lagos y ríos de esa ciudad rionegrina.
Según un artículo publicado en el diario Río Negro, esta preocupante situación, a la que hay que añadirle el aumento de la temperatura promedio que incita a la gente a darse un chapuzón en las aguas de la ciudad, podría tornarse un gran problema de cara a la temporada veraniega que acaba de comenzar.
Los especialistas señalan que si bien cuando el nivel de las aguas de un lago, río o arroyo bajan muchos bañistas creen que cuentan con más playa para disfrutar, al momento de ingresar al agua, llegan de manera mucho más rápida que lo habitual al veril del lago, zona en la que se pasa de una profundidad de 2 a una de 10 metros de manera abrupta y peligrosa.
En el caso puntual del lago Nahuel Huapi, un estudio elaborado por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) muestra la evolución del nivel de sus aguas durante los meses de diciembre de los últimos 26 años.
“Un período de sequía tan prolongado como el que tenemos se ve reflejado en la costa del lago. Los niveles se incrementan en el invierno y disminuyen hacia el fin de verano y principios del otoño. Así se refleja el ciclo” explicó Julio Porrino, secretario de Operaciones de AIC.
“Los últimos años, el nivel refleja los aportes hídricos deficitarios y, al descender el nivel de las aguas del Nahuel Huapi, la línea de interfase agua/suelo se acerca al veril que depende de la morfología de cada lago y su origen”, agregó el especialista.
Por su parte, Pedro Temporetti, doctor en Biología de la Universidad Nacional del Comahue, explicó que los lagos de origen glaciario de la Patagonia son muy profundos, en tanto que la zona de veril está muy cercana a la costa.
“Ante el grave déficit hídrico que estamos viviendo en la región y a que la gente utiliza masivamente los lagos de manera recreativa, los sectores de mayor peligrosidad deberían estar señalizados para que la gente sepa hasta dónde se puede ingresar. De otro modo, la gente llega al veril más rápido y se complica”, concluyó el especialista.
Por último, desde Protección Civil de Bariloche informaron que los ocho balnearios que están habilitados en los lagos, Nahuel Huapi, Gutiérrez y Moreno cuentan con un boyado delimitado de 25 metros de fondo por 50 de largo.
“Cuando el agua llega a la cintura, los guardavidas marcan el límite. El área del boyado es la zona segura y controlada todo el tiempo. Fuera del boyado, la gente hace lo que quiere, por lo que señalizar el veril sería imposible en cuanto a la logística”, comentó Patricia Díaz, la secretaria de dicho organismo provincial rionegrino.
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