El glaciar Thwaites corre serio peligro de quebrarse y desintegrarse por completo en los próximos cinco años, como consecuencia del cambio climático que está afectando a todo el planeta cada vez con mayor voracidad.
Así lo afirma un estudio elaborado por un equipo de científicos estadounidenses y británicos de la Colaboración Internacional de Glaciares Thwaites (ITGC) que acaba de ser difundido por la BBC.
“Debido a su tasa de derretimiento, el frente del glaciar podría romperse como el parabrisas de un coche", señaló el glaciólogo Ted Scambos, coordinador líder de EEUU para la ITGC.
“Habrá un cambio dramático en el frente del glaciar, probablemente en cinco años. Tanto los estudios publicados como los no publicados apuntan en esa dirección", agregó el especialista.
Según Scambos, esta situación no hará más que acelerar el ritmo de derretimiento del Thwaites, a la vez que ensanchará, eficazmente, la parte peligrosa del mencionado gigantesco glaciar antártico.
Mundialmente conocido por ser una de las masas de hielo más grandes y dinámicas de la Antártida, gracias a sus casi 192.000 kilómetros cuadrados de superficie,.su parte frontal desemboca en el mar de Amundsen a una velocidad de 2 kilómetros por año, la más rápida de toda la zona costera antártica.
Precisamente, uno de los principales obstáculos que impide parcialmente la llegada al mar del hielo del glaciar Thwaites es la plataforma que se encuentra en su parte frontal, estabilizada por la presencia de un gran banco de arena, que actúa como la pared de una gran presa.
Según afirman los expertos, si esa barrera llegara a romperse o quebrarse el hielo del Thwaites llegará al mar, lo que implicará un 25% del aumento del nivel del mar por deshielo, o sea, una elevación de 65 centímetros del nivel del mar a escala global. Se calcula que en la actualidad supone un 4% del total de la elevación del mar por deshielo.
Por último, los investigadores informaron que, actualmente, el glaciar libera al océano 50.000 millones de toneladas de hielo al año, y que si bien reacciona al calentamiento climático con bastante rapidez, desde hace cinco años están estudiando su comportamiento en el marco de proyecto que es cofinanciado por la Fundación Nacional de Ciencias de EE.UU. y por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural de Reino Unido.
Actualmente, Scambos y sus colaboradores se encuentran analizando cada pequeño movimiento en el glaciar y monitorean los cambios en su superficie a través de un satélite.
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