Mientras se encontraba realizando una serie de inmersiones en las aguas de la costa egipcia de Sharm el-Sheikh, un desprevenido buceador norteamericano fue sorpresivamente atacado por un extraño pez con dientes humanos.
El hecho tuvo lugar mientras Alex Pikul participaba, junto a un grupo de amigos y colegas, de una excursión de tres semanas que incluían varias sesiones de buceo y, al pasar muy cerca de un nido de peces, notaron la presencia de una hembra de pez ballesta que custodiaba los huevos y, en su intento por querer acercarse para sacar fotos y grabar esa escena, de pronto se encontraron con el macho que salió a perseguirlos furiosamente.
"Maira iba primero y, de repente, un pez ballesta empezó a perseguirlo, así que nadé hasta él e intenté ahuyentarlo. Mi idea era llevarme toda la atención del ejemplar para que Maira pudiera escapar, pero se lo notaba muy enojado, comentó Pikul al South West News Service..
“Pensé que estaba a salvo porque el pez ballesta se alejó nadando, Así que me di la vuelta y me alejé nadando siguiendo al resto del grupo. Pero, de repente, me mordió la pierna y por la forma en que se sentía, pensé que mi piel probablemente se rompería y estaría sangrando. Por suerte, no fue tan grave ya que solo me dejó un enorme moretón y una gran roncha con la forma de sus dientes, de las cuales nunca me voy a olvidar en toda mi vida”, agregó el buceador de 31 años.
Los peces ballesta son muy territoriales y normalmente se muestran en pareja: la madre se queda en el fondo, donde están los huevos, y el macho vigila el espacio exterior por encima de los huevos hasta la superficie para evitar que nadie se acerque al nido.
Por eso es que, según afirmó Pikul, lo que le ocurrió fue algo absolutamente normal. "El pez sólo estaba haciendo lo que se supone que debe hacer y defendiendo a sus hijos", relató.
"He visto peces ballesta antes, pero cuando vi el video de su regreso, pensé que era graciosísimo. Tenía una cara que sólo una madre podría querer porque era un pez bobalicón, muy feo y tenía dientes humanos. Nunca hasta ahora había conseguido una toma tan cercana de sus impresionantes y afilados dientes de los cuales realmente nos salvamos de milagro”, concluyó.
Comentarios