Las crecidas que vienen registrando en los últimos días los ríos Paraná y Salado a la altura de la ciudad de Santa Fe ha provocado que el cauce de ambas cuentas supere ampliamente los 5 metros de piso, lo que significa que están a pocos centímetros de alcanzar el estado de alerta máxima que es de 5.30 metros.
El dato más relevante y preocupante es que desde enero de 2019, el nivel de ambos cursos de agua que circundan a la capital santafesina no registraban un nivel superior a los 5 metros.
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De hecho, según el Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos y Hábitat de la provincia de Santa Fe, el primero de los dos ríos en superar esa barrera fue el Salado con los 5,04 metros que registró el pasado jueves 30 de septiembre, mientras que, en las primeras horas de hoy, jueves 7, registraba 5,27 metros, a tan solo 3 del nivel de alerta máxima.
Por su parte, en el caso del Paraná, la peligrosa barrera de los 5 metros fue superada el sábado 2 de diciembre, cuando alcanzó los 5,04 metros, en tanto que hoy estaba en 5,28 metros, a solo 2 centímetros del nivel de alerta.
La imagen que refleja a las claras lo grave de esta situación –que según informaron desde Prefectura Naval de Santa Fe puede llegar a agravarse en los próximos días-, son los pilotes del Puente Colgante que están a muy pocos centímetros de quedar completamente bajo agua, en tanto que el embalsado a la altura de los pilotes del viejo puente ferroviario amenaza con volver a armarse y a partir literalmente en dos a la laguna Setúbal.
Ante ello, la municipalidad de Santa Fe ya comenzó a construir varias casillas de madera a la vera de la ruta nacional 168, en el sector este de la ciudad, para que sean destinadas a las familias que ya tienen sus viviendas bajo agua, a la vez que están llevando a cabo varias tareas complementarias, como el abastecimiento de agua potable, la instalación de baños químicos, el cableado de energía eléctrica y la fumigación en la zona.
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