Los numerosos vecinos, turistas y deportistas que habitualmente se dan cita durante los fines de semana en la costa santafesina para disfrutar de un día de esparcimiento y descanso a la vera del río Paraná se vieron sorprendidos y muy asustados ante la inesperada presencia de dos víboras de gran tamaño que deambulaban entre los pastizales de la zona a plena luz del día.
Según explicaron los especialistas se trata de dos ejemplares de Ñacaniná (Hydrodynastes gigas), - tal como lo llamaban los guaraníes-, una de las serpientes más grandes que habitan principalmente en los ambientes acuáticos y que, en esta oportunidad, fueron vistos entre los pastizales ubicados a altura del tradicional paseo costero paranaense y la calle Padre Genesio, en el noreste de la ciudad de Santa Fe capital.
Perteneciente a la familia de las serpientes, si bien por su tamaño suele ser confundida con la Curiyu (Eunectes notaeus), este reptil puede llegar a medir hasta 3 metros de largo, y aunque es mayormente acuática también suele frecuentar los ambientes terrestres como la Reserva Ecológica.
De color entre pardo amarillento a pardo claro, y con grandes manchas oscuras de forma irregular que se extienden hacia los costados de su cuerpo, la la Ñacaniná aplana su largo cuello cuando se siente amenazada y es uno de los grandes depredadores del río Paraná, ya que se alimenta tanto de otras especies de víboras de menor tamaño, como así también de anfibios, lagartijas, roedores y de peces,
Por su parte, las autoridades locales aprovecharon la oportunidad para, a través de un comunicado prensa, recordarle a la población que ante la aparición de este tipo de reptiles en los espacios públicos, se recomienda no intentar tocarlos ni capturarlos y comunicarse de manera urgente ya sea con la Central Operativa Brigada de Emergencias Municipal (Cobem) o con la Brigada Ecológica de la Policía Comunitaria para preservar tanto la seguridad del ejemplar como de las personas.
Comentarios