Un equipo internacional de científicos, del cual participó la argentina Julia Brenda Desojo, de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM, UNLP), descubrió en Alemania una guardería de reptiles extintos hace aproximadamente unos 215 años,
Este sorpresivo y valioso hallazgo le permitió al equipo de investigadores liderado por un liderado por un científico de la Universidad de Bonn, Alemania establecer que los aetosaurios tenían hábitos gregarios, es decir, que vivían en comunidad.
Según el estudio publicado en la revista norteamericana Journal of Vertebrate Paleontology bajo el título “Vivero Triásico? Evidencia de comportamiento gregario en arcosaurios pseudosuquios juveniles”, los aetosaurios fueron un grupo de reptiles que habitó a finales del período Triásico, unos 225.000.000 de años atrás, y cuya extinción se estima ocurrió hace unos 215.000.000 de años
Entre sus principales características de estos animales que, a excepción de Australia y de la Antártida, hay registros de su existencia en el mundo entero, se destacan su cabeza pequeña, su cola larga y la coroza dorsal compuesta por pequeñas placas óseas articuladas e insertas en la piel que cubría su cuerpo que, en algunos casos, superaba los 6 metros de largo.
Para llevar a cabo el estudio, el equipo internacional trabajó en los húmeros de dos ejemplares, el más grande y el más chico de los 24 que integran el conjunto, combinando dos técnicas: por un lado, una microtomografía computarizada (micro-CT), que les permitió obtener información acerca de la microanatomía de los huesos –que tienen menos de 3 centímetros de longitud– para determinar el lugar exacto dónde cortar, y, en segundo lugar, realizaron el corte histológico.
“Lo que vemos es que en los huesos no hay remodelación ni marcas de crecimiento. Es decir, ambos ejemplares tenían menos de un año cuando murieron”, explicó Desojo, quien preside la Asociación Paleontológica Argentina (APA).
"Teniendo en cuenta la distribución de los esqueletos, la muerte pudo haber sido por algún evento ambiental que los tomó por sorpresa. Algunos estaban recostados, otros parados. Podemos decir que murieron todos juntos en el acto. Efectivamente, se trataba de una agrupación biológica de la misma especie formada por individuos de pocos meses y menos de un año, es decir, una probable guardería”, agregó la científica argentina.
Ahora, el equipo investigará acerca del factor ambiental implicado en el crecimiento de los aetosaurios. “Lo que vemos es que en este grupo hallado en Europa primero se da un crecimiento muy rápido que luego se frena, mientras que en las formas de América del Norte y del Sur es a la inversa, al comienzo es más lento y más tarde se acelera. Nos interesa saber qué es lo que condiciona esa diferencia”, concluyó Arias.
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