El gobierno de Estados Unidos anunció, a través de un informe publicado en su página web oficial que, hasta el pasado mes de abril incluido, recibió más de 800 informes de fenómenos anómalos no identificados– popularmente conocidos como Ovnis-, frente a los 650 informes registrados a lo largo de todo el año 2022, lo que marca un gran y preocupante incremento en el número de avistamientos.
Según señala el informe que fue elaborado conjuntamente por el Departamento de Defensa y por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, si bien muchos de los objetos denunciados y estudiados eran globos, drones o lo que se conoce como “desorden aéreo” (pájaros, bolsas de plástico o algún fenómeno meteorológico), muchos de ellos siguen sin tener una explicación clara, no solo para los especialistas de la NASA sino, también, para las agencias de inteligencia, ya que según creen los expertos, podría tratarse de un intento de espionaje más que de naves extraterrestres.
“Los Unidentified Aerial Phenomena (UAP) -fenómenos aéreos no identificados en castellano-, continúan representando un peligro para la seguridad de los vuelos y una posible amenaza de recolección de inteligencia por parte de adversarios que intentan espiar a Estados Unidos”, reza el informe del Pentágono.
"Algunos de estos UAPs parecen haber demostrado características de vuelo o capacidades de rendimiento inusuales y requieren un análisis mucho más profundo y específico para determinar fehacientemente de qué se tratan", agrega el escrito.
Al respecto, Sean Kirkpatrick, director de la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios en el Pentágono, remarcó que todas las denuncias que reciben acerca del avistamiento de todo tipo de nave espacial tanto en el cielo norteamericano como en el mar o en espacios aéreos son tomadas y examinadas con todo el rigor científico.
“Aproximadamente la mitad de los informes contienen datos suficientes para descartarlos como globos errantes o basura flotante, pero entre el 2% y el 4% son verdaderamente anómalos y requieren más investigación”, señaló el especialista, en una entrevista con CNN.
“Hemos transferido muchos casos a las autoridades para que realicen una mayor investigación y, si es necesario, contrainteligencia, ya que si bien ninguno de estos informes de UAPs se ha atribuido positivamente a actividades extranjeras, lo cierto es que el número de avistamientos ha crecido de manera vertiginosa en lo que va del año y eso es información totalmente chequeada, comprobada y muy preocupante”, concluyó Kirkpatrick.
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