En la segunda sección del Delta de San Fernando, más precisamente en la zona que abarca el Paraná Miní y los arroyos Felicaria, Fredes y Romero, el fuego ya ha consumido más de 1.000 hectáreas, por lo que los vecinos están en alerta roja ante el avance de las llamas que puede arrasar con sus viviendas.
Según relataron los lugareños, los primeros focos de incendio comenzaron el pasado martes 28 de diciembre en horas de la tarde y, hasta el momento, se desconocen si fue producto de la intensa ola de calor que aqueja a la zona o si fueron provocados de manera intencional.
“Es una verdadera locura lo que estamos viviendo desde el martes a la tarde con este impresionante incendio que no para de arrasar con cuanto encuentra a su paso. Si bien ayer (miércoles 29), tuvimos la ayuda de un helicóptero hidrante, todavía hay muchísimos focos de fuego activos que si no son apagados por completo pueden reavivarse y llegar hasta nuestras casas”, cuenta una vecina que vive hace muy pocos meses en la zona.
A este voraz incendio hay que sumarle la gran sequía que está sufriendo la región, el bajo nivel de las aguas y el extremo calor de los últimos días, lo que hace que la comunidad que vive en las islas esté pasando por horas de gran angustia y desesperación tratando, por sus propios medios, de contener la situación para evitar que el fuego devore sus viviendas.
Con una población cercana a los 5.000 habitantes, el municipio de San Fernando posee la mayor cantidad del territorio de esta zona del Delta bonaerense que limita con los partidos de Campana y de Tigre, con la provincia de Entre Ríos y con la República Oriental del Uruguay.
Cabe recordar que en septiembre de 2000, esta segunda sección del Delta de San Fernando fue declarada Reserva de Biósfera por la Unesco, lo cual potenció las inversiones nacionales e internacionales con proyectos de crecimiento sostenible, a la vez que la consolidó como un gran referente de cultivos orgánicos que, debido a este voraz incendio corren serio riesgo de desaparecer.
Por su parte, ante los reiterados episodios de incendios intencionales que se vienen registrando en la zona en los últimos años, y a la grave crisis hídrica que atraviesa toda la zona del Delta del Paraná por la escasez de precipitaciones, las autoridades de Medio Ambiente del Municipio de San Fernando advirtieron los peligros de estas actividades para la biodiversidad y la protección de los humedales.
“Desde la Dirección de Medio Ambiente nos mantenemos en contacto con los productores para acercarles esta información y, también, para pedirles que sean solidarios y que denuncien esta actividad de manera anónima si es necesario por la línea de Atención al Vecino: 0800-777-6864”, manifestó Gabriel Tato, director de Políticas Ambientales de San Fernando, a través de un comunicado de prensa.
“Es muy importante que actuemos rápidamente si divisamos una quema de pastizales que nos ponen en riesgo a todos”, concluyó el funcionario.
Mientras tanto, los vecinos siguen esperando que los bomberos y el clima los ayuden en su lucha por apagar, cuanto antes posible, los focos de fuego que en la mañana de hoy, jueves 30, seguían activos, causando entre tantos otros daños, el incendio de varios postes de electricidad que tiene sin luz a los vecinos del lugar que están luchando por sus propios medios para evitar que el fuego avance sobre sus viviendas.
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