Estribos robustos, barras antivuelco y una amplia superficie abierta
para cargas: las clásicas pick-up forman parte del paisaje de grandes
superficies de explotación agropecuaria como Estados Unidos,
Australia o la Argentina. Transportan todo lo que no entra ni es grato
tener en un auto: fardos de forraje, animales, rollos de alambre,
herramientas... Pero las pick-up de última generación acumulan
equipamiento y confort equiparable a cualquier auto.

Con su eje rígido, suelen tener un andar robusto y confiable pero que es menos confortable que la suspensión independiente de cada rueda.

Su gran altura libre sobre el suelo, la tracción 4x4 opcional en la
mayor parte de los modelos con reductores de velocidad y bloque de

diferencial, hacen de las pick-up los vehículos apropiados para

transportar en terrenos irregulares lo necesario para la
construcción, la agricultura y ganadería, la industria forestal o,
incluso, la cacería.
[gallery ids="56753,56755,56757,56759"]
Motorizaciones y carrocerías diversas permiten configurar a las
pick-up con funcionalidades diferentes, desde el transporte de
elementos deportivos hasta la de casa rodante todoterreno. Permiten
cargar más de una tonelada y arrastrar remolques con hasta 3,5
toneladas de peso, llevando embarcaciones deportivas o caballos.
Pero cada vez más fabricantes apuestan a ampliar el mercado de las
pick-up a los conductores urbanos. Ford, Fiat, Nissan, Renault,
Toyota, Mitsubishi, Mazda, Volkswagen y recientemente
Mercedes compiten por esta franja. La Clase X de Mercedes se fabrica
en España y la Argentina sobre la misma plataforma del Nissan Navara y
el Renault Alaskan.
Las pick-up adquirieron un renombre legendario con la serie F,
fabricada por Ford desde 1948, de la que salieron a circular más de
26 millones de unidades. Desde 1982 se mantiene como el modelo más
vendido en los Estados Unidos.
Las pick-up son en general más baratas que los SUV, aunque suelen
tener un mayor consumo de combustible. Su carrocería es, técnicamente, similar a la de un camión, bipartita entre cabina y caja de carga. Esta categorización llevó en muchos países a las pick-up a beneficiarse de ventajas impositivas con respecto a los
automóviles.
Y ésto, sumado al lujo ofrecido en las cabinas de los modelos más
recientes, convenció a muchos conductores urbanos con salidas
ocasionales a campo, a circular en las calles de las ciudades con
estos vehículos nada fáciles de estacionar con sus más de cinco m
de longitud y dos de ancho. Hoy en día, con la capacidad que
ofrecen en sus variantes doble cabina, se las puede considerar casi
como una especie de SUV con remolque incorporado, abierto y fijo.
Comentarios